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Carolina Panthers

Cam Newton y la sensación de que el mundo te odia

El quarterback de los Carolina Panthers se quejó de un supuesto maltrato arbitral y exigió la intervención del mismísimo comisionado de la NFL.

CHARLOTTE, NC - OCTOBER 30: Cam Newton #1 of the Carolina Panthers runs the ball against the Arizona Cardinals in the 4th quarter during their game at Bank of America Stadium on October 30, 2016 in Charlotte, North Carolina.   Streeter Lecka/Getty Images/AFP
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Cam Newton cree que la NFL está en su contra. Que los rivales le pegan mucho más que a cualquier otro quarterback de la liga y que los árbitros hacen la vista gorda. Que ya no es divertido. Que se siente inseguro. Y que va a habler con el propio comisionado de la NFL, Roger Goodell, para que tome cartas en el asunto.

Su reacción parece la de un adolescente con la sensación de que todo el mundo le odia, que los profesores le tienen manía y que las cosas malas que le pasan son culpa de los demás que, encima, se reúnen en secretas covichuelas para planear maldades con las que castigarle.

Hay, no obstante, material para el debate.

Por un lado, Newton tiene parte de razón. En la rueda de prensa que dio este fin de semana tras el Panthers-Cardinals se quejó con dureza de algunos golpes, en concreto de un golpe bajo propinado por Calais Campbell. Tiene razón en ese punto en concreto, pues la jugada fue ilegal y el defensa de los Cardinals no se llevó el obligado pañuelo amarillo.

Se une este hecho a la realidad de que es un jugador muy grande, muy físico, al que los árbitros no conceden el beneficio de la duda ante grandes placajes o choques. Como dijo su entrenador, Ron Rivera, es el tratamiento 'Shaq'. Es una referencia al pivot de la NBA, ya retirado, Shaquille O'Neal, que era tan grande y tan dominante que se pasó temporadas enteras recibiendo innumerables faltas ante el 'dejar seguir' de los árbitros, en una suerte de extraña, e injusta, compensación por su privilegiado físico.

Pero, por otro lado, la realidad es que a Cam Newton le han pitado más 'roughing the passer' a favor que, por ejemplo, Ben Roethlisberger, Tom Brady o Aaron Rodgers. Y que, dentro de la política de transparencia de la liga, se han detectado hasta nueve quarterbacks a los que se les falla más a la hora de aplicar la sanción contra golpes fuera del reglamento de los rivales.

Una posible explicación para que Newton siente que se es injusto con él radica en su estilo de juego. En Carolina se ejecutan muchas jugadas en las que se convierte en corredor, no en quarterback, y no suele hacer ni el slide ni gusta de salirse por la banda antes de chocar con el rival de turno. Es lógico. Siempre ha jugado así, a fin de cuentas, porque siempre ha sido el más poderoso físico de cuantos hay en el campo.

Lo que sucede es que en la NFL eso deja de ser una verdad absoluta y se convierte en relativa con la acumulación de trompazos. Poniendo, de nuevo, el ejemplo del partido de ayer, con 24-0 en el marcador seguían cantando jugadas en las que se convertía en corredor, lo que, de forma inevitable, acaba llevándole al tarascazo de rigor.

La rueda de prensa de Cam Newton ha sido pasto de la discusión. Tanto el fondo como las formas, como suele pasarle, se han llevado a los extremos y unos y otros se han posicionado en el punto donde se suele estar con este hombre, que es una figura que no admite muchos matices y provoca el muy clásico 'o le amas o le odias'.

La realidad es un poco más compleja. Como siempre.