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Bills 25 - Patriots 41

Los Patriots pasan una plácida tarde en un campo de Buffalo

El equipo de New England se toma cumplida venganza de los Bills, los únicos que les han ganado este año. El universo vuelve a estar en paz.

BUFFALO, NY - OCTOBER 30: Julian Edelman #11 of the New England Patriots runs the ball against the Buffalo Bills during the first half at New Era Field on October 30, 2016 in Buffalo, New York.   Tom Szczerbowski/Getty Images/AFP
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Tom SzczerbowskiAFP

Esta temporada los New England Patriots han perdido un partido. Ha sido contra los Buffalo Bills. Fue un día, por si no lo recordáis, en el que el quarterback titular de los de Boston fue Jacoby Brissett y en el que los de Rex Ryan anularon por completo el ataque patriota. Esa extravaganza cuántica ha quedado sepultada en lo más hondo de la temporada regular con el retorno del universo a su forma habitual con los Patriots yendo de paseo a un campo de Buffalo para ganar por 41 a 25.

Cabe decir como segunda explicación de lo ocurrido, más allá de la naturaleza cierta de las leyes de la lógica universales, la presencia de Tom Brady en el campo. El quarterback de New England dirigió el descansado viaje de su equipo con cuatro touch downs de pase y una eficiencia a prueba de bombas. Pero como sin despeinarse.

Para ser justos, la presión de la defensa de Buffalo no fue poca cosa. Llegaron a hacerle cuatro sacks y le molestaron con cierta insistencia. No le afectó en exceso. Menos aún cuando encontró a su compañero de baile favorito: Rob Gronkowski recibió cinco balones en 109 yardas totales. El tight end sumó una nueva anotación en su carrera que eleva su número total a 69, lo que le convierte en el jugador de los Patriots con más touch downs de la historia. Además, con su vigésimo tercer partido de más de cien yardas es el tercer tight end con más de estos en su curriculum en toda la historia de la liga.

Otro día en la oficina para ambos, vaya.

Incluso en el aspecto desesperante de su estilo de juego, ese que saca de quicio a los rivales. Me explico. Durante buena parte de la primera mitad la defensa de Buffalo estuvo a su nivel habitual, que es notable. Llevaron a New England a terceros downs de manera constante. Pero, al contrario que el resto de equipo de la liga, los Patriots viven con tranquilidad sobre el abismo; Brady completó cinco intentos de cinco tercerso downs para, ojo, 96 yardas y dos touch downs. ¿Cómo te opones a eso? ¿Como miras el marcador, que va 3 a 1 4, y piensas que estás jugando muy bien?

Es obvio que la defensa acaba por desmoralizarse y mostrar agujeros por todas las esquinas. Más aún cuando, de nuevo en algo típico de Bill Belichik, les hace la envolvente del descanso, que es como la de una boa constrictor. Con sólo 26 segundos por jugar en la primera mitad, el ataque de New England recibió el balón; ¿rodilla? ¿un par de carreras tontas? Nada de eso. Se aprovecha la prevent rival, se va a field goal range y Gostkowski, aunque sea pegando en el palo como en este caso, te saca tres puntos. Dado que en la segunda mitad, casi por imperativo legal, atacan los Patriots, hacen un retorno estupendo con Amendola y Brady remata con un pase de touch down a Edelman.

Cuando te quieres dar cuenta, la boa constrictor te ha ahogado en los momentos "menos decisivos" y se te ha puesto 31 a 10. Game over, compañeros.

Poco que añadir al ataque de los Bills, cojo sin LeSean McCoy e incapacitado cuando Tyrod Taylor ha de ser un QB normal de la NFL, algo para lo que no está preparado. Ni parece probable que lo vaya a estar nunca.

Un paseo. Incluso cuando la defensa les agobió. Una siesta. Una tarde apacible en el campo, en Buffalo, para New England. El universo vuelve a estar en paz.

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