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Playoffs MLB

Los bateadores desaparecen durante estos playoffs

Los problemas de los bates de los Azulejos no ha sido exclusivo de ellos, sino que los pegadores están sufriendo muchísimo en esta postemporada.

El ataque de los Blue Jays, liderado por José Bautista y Edwin Encarnación, sufrió el dominio de los pitchers de los Indians.
Tom SzczerbowskiAFP

Anoche se concluyó el periplo de los Azulejos. Perdieron el quinto partido de la serie contra los Indians que han podido festejar el primer título de la Liga Americana tras casi 20 años. La horrible actuación de los bateadores canadienses resume perfectamente lo que está pasando en esta postemporada en la cual los ataques están sufriendo enormemente. Es normal que en los playoffs los se registren promedios más bajos, simplemente por el hecho que cada equipo tiene que enfrentarse a los mejores lanzadores y a las mejores defensas. Pero este año estamos asistiendo a algo muy curioso. En el curso regular más que la mitad de las 30 organizaciones ha tenido un promedio de bateo por encima de .250. Los 10 conjuntos que han disputado o están disputando los playoffs están todos por debajo de esta marca, excepto los Nacionales de Washington que, ya eliminados, promediaron .251.

Por absurdo que lo parezca el conjunto canadiense había protagonizado contra los Vigilantes de Texas una serie divisional en la cual había aplastado el contrincante gracias a apabullantes números ofensivos. Fue una excepción. Contra los Indians, en los cuatros encuentros perdidos, los Blue Jays han marcado solamente 3 carreras, en la mitad de estos encuentros no han sido capaz de marcar ni una sola vez. Incluso anoche, cuando a lo largo de más de cuatro entradas han sido azotados por un novato que solamente por segunda vez en su carrera ejercía como abridor. Símbolos de esta sequia son José Bautista, que en 33 turnos en la caja de bateo ha producido un promedio de .182 y el cátcher Russell Martin, muchas veces decisivo en la temporada regular, que en 33 apariciones al plato ha tenido un average de .091.

El hecho más curioso es que los Azulejos que han sido literalmente aplastados por los lanzadores del conjunto de Terry Francona, se mantienen con los mejores números ofensivos de los playoffs, considerando a todos los equipos de la Liga Americana, con un average de .230 y un OPS de 692. Los Indians que habían sido el segundo mejor ataque de la American League, solo por detrás de los Red Sox, mantienen números inferiores a Boston y Toronto. Sin embargo, sus lanzadores, incluyendo abridores y relevos, han hecho un trabajo tan descomunal que, en Ohio, tras años de decepciones, están vislumbrando la posibilidad de asistir a la segunda parada en homenaje a un campeón en el espacio de pocos meses. Tras los Cavaliers de LeBron, podría llegar el anillo de los Indios, que no festejan desde el lejano 1948.

El caso de los Cubs de Chicago es increíble. Tras haber ganado de forma arrolladora la temporada regular, se han apoyado en sus lanzadores y en una milagrosa novena entrada, en la cuales han destruido los relevos de los Gigantes, para ganarse el boleto a la final de la Liga Nacional. Aquí han pasado a través de una pesadilla de la cual parecen haberse levantado anoche. En el cuarto partido contra los Dodgers, por delante 2-1 en la serie y 1-0 en el encuentro, los Cachorros han reaccionado por todo lo alto. Han acabado con una hambruna de 21 entradas consecutivas en la cuales no han podido marcar ni una carrera.

Por si fuera poco, Addison Russell y Anthony Rizzo, que han representado la Nacional League en el Juego de las Estrellas habían sumado una alucinante estadística en estos playoffs. Ninguna carrera remolcada y solamente 3 imparables en 52 turnos de bateo. Simplemente horrible, casi irreal. A partir de allí han sumado 6 imparables y 5 carreras remolcadas, los dos han golpeado un latigazo, y de esta forma han brindado a los suyos el empate en la serie. Pese a esta grandísima reacción, los Cachorros mantienen una OPS muy por debajo de los Dodgers y obviamente muy por debajo de su temporada regular. La mejor característica de los Cubs había sido el saber subir sus prestaciones contra lanzadores de gran nivel. En este aspecto habían sido muy superiores a todos sus contrincantes, completando un curso estrepitoso. Pero en la postemporada están asomándose dificultades muy por encima de los esperado. Están todavía en tiempo para acabar con la maldición de la cabra y las Series Mundiales están a 2 partidos, pero habrá que mejorar unos números ofensivos, muy impropios de un equipo que lo quiere ganar todo.