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NFL

Los propietarios quieren ampliar el convenio colectivo en la NFL

Aunque se encuentra en el ecuador del acuerdo entre dueños y jugadores, la falta de fondos para estadios es clave para buscar la firma.

Roger Goodell, flanqueado por Jerry Richardson, dueño de los Carolina Panthers, y por Robert Kraft de los Patriots, en una época más feliz.
Hannah FoslienGetty Images

La NFL atraviesa un momento de impresionante bonanza, con un crecimiento que se está convirtiendo en exponencial y que la sitúa como la competición más poderosa a nivel planetario, con un increíble universo de posibilidades.

Sin embargo, los propietarios quieren que esta favorable situación se prolongue hasta el infinito y más allá, lo cual no deja de ser paradójico porque el actual convenio colectivo entre los dueños y el sindicato de jugadores se encuentra justo a medio camino, porque el acuerdo se firmó en 2011 y tiene una duración prevista de diez años.

Según han comentado diversas fuentes a Dan Graziano de la ESPN, los propietarios han intentado acercar posturas con los jugadores para ampliar la fecha de vencimiento y se plantean volver a reanudar las conversaciones en los próximos meses.

El motivo es muy sencillo. Los dueños han gastado todas las partidas destinadas a los créditos que financian la construcción de nuevos estadios y con esos fondos ya agotados, es momento de asegurarnos el futuro mientras solucionamos el presente.

Además, al interés conocido de los Raiders de buscar un nuevo hogar (y estadio) en la ciudad del pecado, hace que esta situación tenga que solucionarse más pronto para ayudar a la construcción de una instalación que podría contar con hasta 750 millones de dólares de dinero público en Las Vegas, que no es poca cosa.

Y también está la situación de los San Diego Chargers, cuyo futuro todavía está por concretar sea en la propia ciudad californiana, en Los Ángeles o en una de las lunas de Júpiter.

Bromas aparte, es obvio que los jugadores querrán contrapartidas a la firma de esta prórroga del marco laboral y uno de los temas más espinosos sería poner límites a la figura todopoderosa del comisionado Roger Goodell, que disfruta de unas capacidades sin límite conocido cuando se trata de aplicar sanciones disciplinarias.

Para tener un ejemplo cercano, véase el Deflategate y la reciente investigación por el reportaje de Al-Jazeera.

Sea como fuere, se trata de un tema cuya resolución no está cercana, pero una que resulta vital para el presente y el futuro de la National Football League.