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HISTORIA DE LA NFL

El príncipe que nunca llegó a ser el rey en la NFL

Aprovechando la irrupción de novatos extraordinarios como Carson Wentz o Dak Prescott, es obligatorio recordar la figura del mítico Greg Cook.

A pesar de todos los años que han transcurrido, la leyenda de Greg Cook sigue muy presente en la mente de los seguidores de la NFL.
Getty Images

El actual convenio colectivo que rige las relaciones entre los jugadores y equipos de la NFL ha traído como consecuencia que los novatos entren en liza desde el primer día. Uno de los puestos mas afectados es la de QB, sobre todo los que salen elegidos en primera ronda y que son lanzados al terreno de juego a las primeras de cambio. Esta temporada 2016 es un claro ejemplo, QB como Carson Wentz, Dak Prescott, Jacoby Brissett o Paxton Lynch son titulares o han tenido muchos minutos de juego..

Las buenas actuaciones de estos QB novatos no han tardado en levantar las comparaciones con anteriores, así podemos leer que Carson Wentz es el primer QB novato en la era de la Super Bowl en empezar con un récord de 3-0 (dato erróneo por cierto), o si Dak Prescott es el primer QB novato en no ser interceptado tras cuatro partidos. Como ocurre casi siempre en estos casos la memoria suele tener un recorrido muy corto, en casi ninguna parte he leído el nombre de Greg Cook, el QB rookie que mas impacto ha tenido en la historia de la NFL hasta que alguien demuestre lo contrario.

Gregory Lynn Cook nació en Daytona, Ohio, el 20 de noviembre de 1946. Tras pasar por el High School de Chillocothe pasó su etapa colegial en la Universidad de Cincinnati. Entre 1966 y 1968 jugó un total de 29 partidos, donde lanzó 655 pases de los cuales completó 332 (50.7%) para un total de 4.906 yardas, 34 TD y 35 INT, aunque 18 de ellas llegaron en sus dos primeros años. Especialmente notable fue su último año, 3.272 yardas y 25 TD, lo que le valió llamar la atención de Bill Walsh, entonces coordinador ofensivo bajo las órdenes del mítico Paul Brown, en los Cincinnati Bengals.

Bill Walsh estaba presente el día que Greg Cook masacró con 554 yardas, récord de la época, a Ohio University. Un día convenció a Paul Brown para que lo acompañara a ver un partido del QB, tras terminar el partido Paul Brown dijo que quería a ese chico en su equipo. En 1969 tenía lugar el tercer draft común entre la AFL y NFL y los Cincinnati Bengals, que tenían la quinta elección absoluta, sorprendieron al resto de equipos con la elección de Greg Cook, que salió justo detrás de “Mean” Joe Greene.

Greg Cook era un QB atípico para la época, con una altura de 6-4 (1,93 mts.) y 220 Libras (100 kilos), tenia con un brazo descomunal y era capaz de hacer todos los lanzamientos, tanto los mas cortos o medios, como especialmente los profundos. En su primer Training Camp no tardó demasiado en hacerse notar, su capacidad de anticipar los pases así como el control de los tiempos, su capacidad de lanzar desde el pocket o fuera del mismo, no pasaron desapercibidos para Paul Brown, que había disfrutado en su etapa en Cleveland de Otto Graham. Sus actuaciones le valieron ser nombrado ser titular el primer día, algo totalmente anormal entonces, los QB por muy de primera ronda que fueran no jugaban en sus primeros años. Paul Zimmerman lo llegó a definir como un “dios rubio del football”.

Greg Cook ganó sus dos primeros partidos y tuvo una actuación espectacular en su segundo lanzando para 327 yardas y 3 TD. En su tercer partido, ante los vigentes campeones de la AFL los Kansas City Chiefs, recibía un sack del LB de los Chiefs, Bobby Bell, impactando su hombro de lanzamiento contra el suelo. El QB fue inmediatamente reemplazado por Sam Wyche por una lesión en el hombro y se perdería los siguientes cuatro partidos, aunque intervino en unos cuantos snaps dos semanas después para probar el estado de la lesión.

Tras ganar los tres primeros partidos los Bengals perdieron los cuatro siguiente con Sam Wyche de QB. Aquello forzó el regreso anticipado de Greg Cook, que entonces tomó la peor decisión de su incipiente carrera, jugar infiltrado con cortisonas. En su primer partido de vuelta, ante los Oakland Raiders, los Bengals regresaban a la senda de las las victorias, aunque el resto de la temporada no fue tan bien, un empate y seis derrotas para acabar con un triste record de 4-9-1. Las estadísticas personales de Greg Cook por el contrario fueron espectaculares, 106 pases completados de 197 intentados para 1.854 yardas, 15 TD y 11 INT, aunque la mas espectacular de todas fueron las 9.4 yardas de media por pase.

Tras ser nombrado de forma indiscutible el novato del año empezó su particular calvario de operaciones para reparar su hombro. Las infiltraciones que recibió durante la temporada contribuyeron a agravar aún mas la lesión, el excepcional físico de Cook le permitió seguir jugando a un gran nivel aunque ello supusiera poner en peligro su carrera. En 1973 intentó regresar, completó un solo pase de los tres que intentó para 11 yardas, aquella fue la última vez que jugó en la NFL.

Sin embargo es lo que sucedió tras la lesión de Greg Cook lo que verdaderamente tiene un valor incalculable. En 1970 los Cincinnati Bengals se encontraban sin QB, Bill Walsh, decide hacer un intercambio con los Buffalo Bills por Virgil Carter, QB que era lo contrario a Greg Cook, pequeño y con muy poco brazo. Bill Walsh entonces crea un ataque a la medida de su nuevo QB, basado en los pases cortos y certeros, que además suplantaban la carencia del juego de carrera. Ese ataque seria años mas tarde bautizado como “The West Coast Offense” aunque nacería en Cincinnati. Bill Walsh implantaría aquel ataque sin nombre en los San Francisco 49ers, luego discípulos de Walsh como Sam Wyche, Mike Holmgren, Jon Gruden, Andy Reid y otros lo expandieron a lo largo y ancho de la NFL, donde aún perdura.

Pero es imposible entender el nacimiento de la West Coast Offense sin la figura clave de Greg Cook, un QB que al día de hoy no solo se le considera el mejor novato en jugar la posición, sino que años después se dijeron cosas tales como:

  • · “Si Greg Cook no le lesiona, el equipo de los años 70 hubiésemos sido nosotros y no los Pittsburgh Steelers”  Mike Brown
  • · “Seguramente Greg Cook hubiese sido recordado como el mejor QB de todos los tiempos. Si le hubiera tenido habría creado el mayor ataque aéreo y batido récords que nunca jamás se romperían”. Bill Walsh

Pero quien quizás mejor lo definió fue su compañero de equipo, Bob Johnson, “Fue un príncipe que nunca llegó a ser rey”