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Audiencias

Donald Trump y Hillary Clinton destrozan a la NFL

Las audiencias de la liga siguen en caída libre debido a la atención que el pueblo estadounidense está prestando al proceso electoral.

Republican U.S. presidential nominee Donald Trump and Democratic U.S. presidential nominee Hillary Clinton shake hands at the end of their first presidential debate at Hofstra University in Hempstead, New York, U.S., September 26, 2016. Picture taken September 26, 2016. REUTERS/Mike Segar
MIKE SEGARREUTERS

Las audiencias televisivas de la NFL están sufriendo una caída general durante toda la temporada. Desde la primera semana se están buscando explicaciones a este hecho, que no tiene precedente en la historia reciente de la competición. Se han apuntado la ausencia de los grandes equipos en prime time, la falta de Peyton Manning y Tom Brady, el malestar derivado de las protestas raciales ante el himno norteamericano por parte de jugadores afroamericanos, la proliferación de aparatos diferentes a la televisión para ver los partidos, el mero hastío... pero parece que una teoría definitiva ha cogido fuerza: las elecciones presidenciales estadounidenses están pudiendo con todo.

Ayer el Monday Night Football de la ESPN, que jugaron los New Orleans Saints y los Atlanta Falcons, registró un rating de 5.7, que es el menor de cualquier partido televisado a nivel nacional en lo que va de temporada, y supone una caída del 36% respecto a los números del año pasado. Es más, el encuentro estaba siendo visto por un lógico, para ser la NFL y para ser la ESPN, que es de pago, 6.9% de rating hasta la hora en que comenzó el debate entre los candidatos a la presidencia, Hillary Clinton y Donald Trump, momento en que los espectadores huyeron.

Clinton y Trump congregaron un asombroso 46.2% de audiencia televisiva, que es un 17% más que los que mantuvieron Obama y Rommey en los anteriores comicios, y que son números casi de Super Bowl. Esto explica, muy a las claras, que la polarización que se ha instalado en la sociedad norteamericana redunda en que estas sean una de las elecciones presidenciales más seguidas de la historia.

Y la NFL no es inmune a ello. Durante las tres jornadas que se han disputado, todos los partidos de emisión nacional (jueves, domingo noche y lunes) han caído en audiencia respecto a los del año pasado, llegando a niveles cercanos a los que tenía la liga en 2014. La excepción fue el New England Patriots-Houston Texans, que venció a su homólogo de la pasada campaña debido, por supuesto, a la presencia de los Patriots. Pues bien, en este periodo de tres semanas, la CNN, canal de noticias que está completamente volcado en el Clinton-Trump ha visto aumentada su audiencia hasta en un 90% en momentos puntuales.

En la liga se debían oler algo parecido para este periodo y por eso, de manera sorprendente, no ha puesto enormes partidos en horarios estelares. Buen ejemplo de ello son el Saints-Falcons y el Cowboys-Bears de esta semana. Para el próximo debate electoral la NFL competirá con un Green Bay Packers-New York Giants, que lo hará mejor, sin duda, pero que también sufrirá del huracán político que todo lo puede, ahora mismo, en Estados Unidos.