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Titans 10 - Raiders 17

Mariota regala el balón y la victoria a los Oakland Raiders

Las tres pérdidas de balón del quarterback de los Tennessee Titans marcan un partido en el que las defensas y el juego de carrera fueron claves.

Actualizado a
NASHVILLE, TN - SEPTEMBER 25: Marcus Mariota #8 of the Tennessee Titans drops back to make a hand off during a game against the Oakland Raiders at Nissan Stadium on September 25, 2016 in Nashville, Tennessee.   Wesley Hitt/Getty Images/AFP
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Wesley HittAFP

Llegar a la cima requiere de un proceso de aprendizaje que suele resultar duro, lento y doloroso. Al menos para el común de los mortales. No sabemos si Marcus Mariota es un Dios de este deporte o un mero ser humano, pero empieza a parecerse más a lo segundo. Porque talento tiene a espuertas, y eso no es fácil de rebatir, pero su tendencia a no proteger el balón le está haciendo mucho daño.

Contra los Oakland Raiders, Marcus Mariota cometió dos fumbles y dos intercepciones. Una de las primeras fue recuperada por Tennessee, pero los otros tres cambios de posesión fueron clave para explicar porque perdieron el partido por tan sólo un touch down, por 10 a 17.

La peor de todas ellas, aunque no tuvo repercusión en el marcador, fue la intercepción que perpetró al final de la primer mitad del encuentro. Sin nada que ganar, en su propio campo y con el tiempo llegando a su final, decidió pasar al medio, justo lo que jamás se debe hacer en esas circunstancias. Reggie Nelson, que fue el que se quedó el balón, no pudo retornarlo y ahí se fueron al descanso, con el miedo en el cuerpo de los Titans por los riesgos absurdos de su quarterback.

El marcador mostraba, entonces, un justo 17 a 3 a favor de los Raiders. Durante la primera mitad habían atacado por tierra a la defensa de los Titans y la decisión estaba pagando sus dividendos. Latavius Murray conducía y DeAndre Washington remataba con jugadas rotas de gran yardaje. Derek Carr aprovechaba a una defensa cerrada intentando contenerles con pases a hasta seis receptores diferentes. Uno de ellos para touch down, a Seth Roberts. El otro, de carrera, lo anotó Murray.

La ausencia de Delanie Walker se notaba en las filas ofensivas de Tennessee. No obstante, salieron en la segunda mitad con la idea de ganar la batalla por el medio de las trincheras. DeMarco Murray anotó un touch down que era el primero del año por tierra para un equipo diseñado para jugar con pocas alegrías. Mala señal esta.

No obstante, la fluidez no llegaba. Aunque tampoco lo hacía por el lado de los Raiders. Algún que otro drop de Amari Cooper se unía a una intercepción a Carr y a un ataque que iba a trompicones hacia la nada.

Jack del Río tuvo la opción de matar el partido en un cuarta y una, con dos minutos por jugar y en campo de Tennesee, estando estos ya sin tiempos muertos. Sin embargo, el espíritu Raider que le había poseído en pasadas semanas no estaba presente esta tarde y decidió dar el punt.

Una decisión de la que pudo arrepentirse bien pronto. Tras pases perfectos de Mariota, dignos de cualquier gran drive de final de partido de la NFL, metieron a los Titans en la yarda cinco rival. Una ridícula penalización de Taylor Lewan, que cometió una injustificable falta personal, y un pass interference de Johnson, acabaron con las opciones de Tennessee, pero a las puertas del empate.

Los Raiders salen con una victoria que necesitaban como el comer para ponerse 1-2 en la temporada, pero lo hicieron sufriendo mucho más de la cuenta. Los Titans, por su parte, también están 1-2, pero con la certeza de que no pueden permitirse perder el partido ellos solos. Han construido un equipo para correr y mantener los marcadores contenidos; siendo así, tu QB ha de tener un cuidado especial con el balón. Aunque sea un jugador de segundo año. Aunque sea tu gran estrella. Eso es algo que debe entender, cuanto antes, Marcus Mariota.