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DIAMOND LEAGUE

Beitia: "El bendito engaño de Torralbo hizo que compitiera"

En una entrevista a Europa Press, la saltadora cántabra, oro en los Juegos de Río y campeona de la Diamond League, repasó su trayectoria en estos 4 años.

Ruth Beitia salta durante el mitin de la Diamond League en Zúrich.
ARND WIEGMANNREUTERS

La saltadora española Ruth Beitia reconoce que "la pasión y la "alegría se mezclan con la sonrisa" que tiene "siempre antes de "saltar" en una competición, destacando que "el trabajo, la honestidad y la constancia" han sido las claves de su histórico oro olímpico en Río de Janeiro, triunfo que supuso "la culminación de un sueño".

"La vida me dio una segunda oportunidad tras Londres cuando dejé mi actividad deportiva durante tres meses. El gusanillo y la motivación de mi entrenador a la hora de volver a competir fueron claves. Río de Janeiro supuso la culminación del sueño no que me robaron, sino que no pude conseguir en Londres", reflexiona la campeona olímpica Ruth Beitia en una entrevista concedida a Europa Press.

La santanderina señaló que no se puede entender su carrera sin la figura de Ramón Torralbo, su "50 por ciento" y con el que lleva trabajando 26 años. "Tuve la grandísima suerte de que estuvo allí y lo compartimos desde el primer momento juntos", confiesa.

Hace cuatro años, tras el cuarto puesto logrado en los Juegos Olímpicos de Londres, la tricampeona de Europa decidió retirarse, un tiempo en el que aprovechó para hacer "deportes de riesgo", pero que el "pequeño engaño" de su entrenador le hizo "volver" a la competición. Torralbo le animó a hacer alguna "cosilla" con el grupo para mantenerse en forma, aunque es consciente de que le daba "muchísima pereza" meterse en un gimnasio.

Así, después de retirarse en 2012, se puso a "patinar", pero precisamente cuando empezó a llover por su ciudad natal, Santander, no podía practicarlo, "un punto de inflexión" para volver a la Albericia, donde ha entrenado "toda su vida".

"Me picó el gusanillo y junto con el bendito engaño del entrenador, volví a la competición. Han sido cuatro años plenos en los que me he sentido independientemente de cuál fuese el resultado de la competición feliz y en el que siento que he dado toda mi explosión como deportista", resalta.

Para la veterana atleta, ese "regalo" de la prórroga de cuatro años "se ha convertido en disfrutar" y "en sonreír" en cada uno de sus saltos. "Y sobre todo en tener la oportunidad día a día de demostrar todo ese trabajo que llevábamos haciendo cada día en esos 26 años Ramón y yo, siendo Río la culminación del sueño", remarca la cántabra, a la que le parece "algo increíble" representar a España.

"Me siento muy orgullosa de vestir la ropa de España, de que cada vez que lo hago es algo muy especial para mí porque solo la utilizo cuando compito con la selección y representar a mi país y tener la oportunidad de subir a lo más alto del podio y escuchar nuestro himno es un orgullo increíble el que siento", subraya.

"EL ORO OLIMPICO FUE MI EXPLOSION COMO ATLETA"

La veterana atleta española recalca que en Río pudo aprovechar "absolutamente" todos los "valores" y toda la "experiencia" que tiene como deportista. "Soy lo que soy gracias al deporte y el oro de Río fue la explosión de Ruth como atleta de Ramón y Ruth como equipo", se sincera.

Beitia subraya que la final de Río fue el "culmen de todo" en "un estadio entregado", que le acompañaban con esa "alegría y felicidad" tan característicos de los brasileños". "Ha sido increíble poderlos vivir al 100%. La tranquilidad y la paciencia y la perseverancia y un espíritu de sacrificio nos han dado sus frutos", celebra.

"El atletismo ha sido un deporte bastante tolerante con la igualdad y soy una fiel defensora del deporte de la mujer. Sobre todo, soy fiel defensora de la sensación de que quiero que no me cataloguen como mujer deportista o que se catalogue a un hombre como hombre deportista; quiero que se me catalogue como Ruth la deportista sin etiquetas de mujer u hombre", añade.

La santanderina destaca que "la honestidad y la "constancia" como guías de su basado "deporte limpio". "Es un trabajo que hacemos más de una persona, en la que yo soy la imagen de algo que hacemos entre muchos; entre ellos, mi psicóloga Toñi Martos, mi representante Julia García y mi masajista Adolfo Hernández. Tan solo ha habido dos incorporaciones nuevas en cinco años", prosigue.

En ese equipo, sobresale la figura de Ramón Torralbo, con el que aprendió "todos los valores" que le ha enseñado el deporte. "Lo bueno que tengo es que lo puedo extrapolar a cualquier aspecto de mi vida, lo puedo extrapolar con mi trabajo con la gente, con la familia y con mi trabajo como diputada en política", indica.

"EL BENDITO ENGAÑO" DE SU ENTRENADOR RAMON TORRALBO

"Tengo la sensación de que la persona que se ha creado a través del deporte es una persona constante, perseverante, con espíritu de sacrificio, que sabe ganar, que sabe perder y sobre todo que sabe respetar a sus rivales", puntualiza.

Una Beitia que confiesa que no ha vuelto a patinar, aunque admite que otras de sus aficiones es el voley playa, al que juega con su equipo en pretemporada. "Esos días me animo a ir a entrenar con ellos y es apasionante porque estás jugando con tus compañeros de entrenamiento, con amigos. Me encanta el voley playa y fue uno de los deportes que fui a ver en Copacabana", añade.

Además, tras ese sueño que se "hizo" realidad en los Juegos con ese oro olímpico, lo "máximo" que puede aspirar un deportista, no descarta competir en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio. "No sé si tendré la misma sensación y el mismo subidón", advierte.