Beitia gana en París y es virtual vencedora de la Diamond

Oro en los Juegos de Río a los 37 años, festejo a base de alguna cerveza y alguna pizza (según propia confesión), recibimiento apoteósico en Madrid y no digamos ya en Santander, breve descanso, viaje a París y... victoria con un centímetro más de lo que necesitó para ser campeona olímpica. Sí, es Ruth Beitia, la Gran Dama del salto de altura, esa mujer en la que todas se fijan y la que a todas intimida sin querer intimidarlas. 

Ayer venció en su cuarta competición en la Diamond League de este año, que ya se adjudicó en el pasado, por primera vez para el atletismo español. La discípula de Ramón Torralbo (su media naranja deportiva, según ella comenta) salvó todas las alturas a la primera hasta llegar a los 1,98 metros, un centímetro más arriba que en los Juegos. Hasta entonces sostenía una dura batalla con Levern Spencer, la chica de Santa Lucía que la persigue en la carrera por el Diamante, pero mientras ella se había dejado algunas heridas (nulos) en la batalla, Ruth lucía resplandeciente. 

En todo caso, Spencer no pudo con esos 1,98 que la española saltó limpiamente, a la primera. Y Ruth ganó. Luego se permitió el lujo de intentar récord de España (2,02), aunque ya no estaba para esos trotes. Pero valió la pena ver su sonrisa ambiciosa. 

Ahora espera Zúrich, la primera de las grandes finales, el próximo jueves, y la coronación. Allí recibirá su segundo diamante, salvo cataclismo. 

A Ruth le basta con ser tercera el jueves en Zúrich para llevarse la Diamond. Si ocupase ese puesto y ganase Spencer, empatarían a puntos, pero Ruth ha ganado cuatro veces y su rival en sólo una.