El retorno del sheriff Roger Goodell y sus compinches
El comisionado ha creado un comité de sabios en los que están los cinco propietarios con más peso en la NFL y que de hecho ya eran los que mandaban.
Roger Goodell no existe. Vive en una cueva submarina desde hace algo más de un año, cuando los escándalos con sus decisiones sancionadoras en casos como el de Ray Rice o Adrian Peterson le colocaron en el centro de la diana, e incluso llegaron hasta el punto de que los propietarios consideraran la posibilidad de retirarle la autoridad en labores sancionadoras, para crear un comité de sabios que se encargaran del asunto.
Su momento más difícil llegó hace poco más de un año, cuando un juez federal levantó la sanción de cuatro partidos a Brady argumentando que a pesar de que el convenio colectivo le daba total libertad al comisionado para aplicar las sanciones deportivas que considerara convenientes, debía hacerlo siempre bajo la letra de un reglamento claro y justo que justificara esas decisiones.
Esa sentencia dejó tocadísimo a Goodell, que vio que peligraba no solo la capacidad de la NFL para sancionar, ya que cualquier jugador recurrirían su castigo de inmediato con ese antecedente, sino en muchos otros asuntos en los que ahora mismo hay desacuerdos entre los propietarios y el sindicato de jugadores, y que podrían inclinarse del lado de estos últimos tras esa sentencia.
Las oficinas de la NFL entraron en estado de pánico y recurrieron la sentencia del caso ‘deflategate’ a la corte federal sabiendo que era un todo o nada. Si esa corte ratificaba la sentencia del juez federal, la NFL se iba a ver obligada a redactar un código sancionador, y actualizar otra serie de documentos, que podrían obligar incluso a negociar antes de los previsto el nuevo convenio colectivo.
Convenio colectivo
Y además, en la NFL tienen pánico a esa negociación de un nuevo convenio prevista para 2020. El anterior ha resultado tan cainita para los jugadores, les ha dejado tan a los pies de los caballos, que están esperando el momento con ganas de guerra y las escopetas cargadas. Hasta tal punto que es vox populi que la asociación de jugadores está recomendando a los deportistas que ahorren, porque lo más probable es que en 2020 haya huelga y no se celebre la temporada. Así de calientes están las cosas. Que cuando alguien se prepara con tanto tiempo de antelación para la guerra es que tiene la certeza de que se va a producir.
Por suerte para Goodell, la corte federal de apelaciones decidió dar la razón a la NFL en el caso 'deflategate', y confirmar la sanción de 4 partidos a Tom Brady, con un argumento muy sencillo que sonaría más o menos así: “puede parecer muy injusto que un señor tenga capacidad de decisión infinita sin ninguna legislación que lo sostenga, pero ustedes, señores jugadores, firmaron un papel diciendo que estaban de acuerdo con ello, y ahora les toca apechugar”.
Así que desde hace un par de meses Goodell vuelve a ser a la vez sheriff, juez y verdugo sin que nadie pueda rechistarle y con la bendición inapelable de la justicia ordinaria..
Consejo de sabios
Lo más divertido es que Goodell acaba de crear un ‘comité de mandamases’, como si fuera un consejo de sabios, pero que en el fondo está formado por los mismos que siempre le han aconsejado; es decir, los que mandan de verdad en la NFL. Con la diferencia de que hasta ahora siempre lo habían hecho de forma privada, como quien no quiere la cosa, y a partir de ahora lo harán a pecho descubierto. Serán cinco propietarios, cinco, con lo que desde ahora todos tendremos ya más que claro, si es que no lo teníamos ya, cuáles son las voces que más se imponen en la NFL actual. En concreto son Clark Hunt (Chiefs), John Mara (Giants), Robert Kraft (Patriots), Bob McNair (Texans) y Art Rooney II (Steelers). Y me diréis ¿dónde está Jerry Jones? Tranquilos, ese sigue siendo de la panda, pero le encanta hacerlo a oscuras, de noche y con susurros al teléfono de Goodell (o gritos si hace falta).
Y también me diréis ¿Y que pinta ahí Robert Kraft? Y yo os respondo con otra pregunta ¿Acaso pensabais que una nimiedad como el ‘deflategate’, cuatro partidos, dos rondas del draft perdidas y un par de milloncejos van a despistar a estos tipos de su objetivo común de mantener perfectamente engrasada la máquina de hacer dinero que es la NFL?
Que ya le gustaría a cualquier mecánico ganar lo mismo que se mete en el bolsillo cada mes Roger Goodell. El hombre que no existe.