Previa NFC Sur 2016: Con la dictadura de Panthers en mente
Los subcampeones vuelven al grupo de favoritos para ganar la Super Bowl, a pesar de que Falcons, Saints y Bucs no se resignan a ser comparsas.
Han sido ya tres temporadas consecutivas en que Carolina Panthers termina como campeón de la división. Esta es una tendencia que debe alarmar seriamente a los otros tres equipos, quienes están obligados a romper la misma si no quieren sufrir la tiranía a la que año con año Patriots somete a Dolphins, Jets y Bills en la División Este de la Conferencia Americana. La situación está en un punto en el que no importa ya quien los destrone, sino que se logre. Lamentablemente, parece solo haber un serio candidato a lograrlo esta temporada.
Tras la penosa exhibición en el Super Bowl 50, Ron Rivera prometió que tomarían como ejemplo a Denver, que dos años antes había sido apaleado en un Super Bowl y regresaron más experimentados y mejor armados para ganar el suyo. La declaración del head coach de Carolina manda un mensaje escondido en el que dan por hecho que llegarán a Playoffs y aunque no lo dijo explícitamente, seguro piensa volver a hacerlo como el rey de su división. Y en este punto, nadie podría calificarlo de exceso de confianza, pues ninguno de los otros tres equipos parece tener lo suficiente para contradecir a Rivera, cuyo equipo se ha acostumbrado a ganar jugando mal (campeón con récord perdedor en 2014) y jugando de forma pletórica (marca de 15-1 en 2015). Se podría decir que Rivera tiene los argumentos necesarios para hablar con tanta confianza.
Uno de los puntos que dan seguridad a Carolina es el extraordinario nivel que mostró su defensiva el año anterior y que, relativamente, viene mostrando año tras año y ese exactamente es el factor diferencial en esta división.
Las 4 ofensivas de esta división se las arreglaron para terminar entre las mejores 11 de la liga el año anterior, cada una a su propio estilo. Atlanta abrazado a las manos de Julio Jones y Matt Ryan, New Orleans encomendándose al más histórico y popular santo que tiene (Drew Bress) y Tampa Bay confiando en su jovencísima ofensiva que busca sus primeras conquistas. Carolina ya ha demostrado lo que es capaz de hacer a la ofensiva con Super Cam quien para este año contará con el regreso de su arma favorita en 2015, Kelvin Benjamin.
Los cuatro podrían enfrentarse en una guerra sin cuartel disparando bombazos de 30-50 yardas, corriendo un número de veces y quizá nunca habría un ganador por que los cuatro tienen muy buenos argumentos ofensivos. De hecho, hay pocas divisiones que se puedan jactar de tener a cuatro quarterbacks con la suficiente calidad para ser considerados quarterbacks franquicia, ya ni mencionar el potencial de ser de los mejores 5 en la liga. Brees y Cam son quien lo han manifestado de forma más evidente. Matt Ryan es uno que está a un paso más, a una gran temporada más o a algún momento crucial para dejar de ser una eterna promesa y de una vez consolidarse como uno de los mejores de la NFL. El potencial lo tiene y por ello cada año es uno de los nominados a dar ese gran salto y meterse a la elite, a la mesa donde comen los Brady, los Roethlisberger, los Brees y a la cual poco a poco se han ido acomodando nuevas caras como la de Newton.
Hablando de jugadores noveles, Jameis Winston también es uno que se espera en 3-4 años sea parte del selecto grupo de quarterbacks que año con año se desafían por ver quién es mejor, quien lanza más touchdowns, más yardas o quien rinde mejor en ciertos escenarios. Pedirle en su segundo año que alcance ese nivel sería algo erróneo y precipitado. A Cameron Newton le tomó 5 años alcanzar el potencial que se le auguraba desde que fue seleccionado en el Draft 2011. Pero ello no significa que Winston no esté obligado a mejorar, todo lo contrario. Tampa Bay apostó fuerte por él y debe iniciar ese proceso en el cual hace dudar a los analistas sobre si ya debería considerársele dentro de los mejores pasadores. Veteranos, en su mejor momento o noveles, todos tienen capacidad para liderar a su equipo a buen puerto. El problema claramente no pasa por allí, sino por el otro lado.
“Las defensivas ganan campeonatos” debe ser una de las oraciones más trilladas y escuchadas en la historia de la NFL, pero mucho hay de razón en ello. Los últimos tres equipos que han ganado el Super Bowl han mostrado una solidez, agresividad y competitividad de miedo en sus aparatos defensivos. De hecho, Carolina lucía así el año anterior y por ello fueron candidatos a ser campeones durante buena parte de la temporada, si no es que toda. Gettleman y Rivera entendieron pronto que la lucha ofensiva nunca habría un ganador que se distanciara por gran diferencia debido al talento de los otros equipos y por ello empezaron a apostar por formar una defensiva que fuera más fuerte que la de sus oponentes y allí sacar ventaja.
Los equipos se construyen a través del Draft y Carolina ha invertido mucho en la parte defensiva en las últimas ediciones. Desde 2012 cuando seleccionaron a Luke Kuechly la fórmula pareció gustarles, servirles y por tanto permanecieron con ella. Mientras Tampa Bay seguía probando quarterbacks, Atlanta se decidía entre línea ofensiva o defensivos y Nueva Orleans intentaba poner más armas y protección alrededor de Brees, Gettleman seguía coleccionando super estrellas defensivas como Star Lotulelei, Kawann Short, Kony Ealy o Shaq Thompson. Los otros tres se fueron rezagando poco a poco hasta que el año anterior la diferencia fue abrumadora. Carolina era dueño de la mejor defensiva de la división y además su ofensiva jugó de forma superlativa. Ahora es cuando Bucs, Saints y Falcons empiezan a re direccionar sus esfuerzos en la construcción de sus plantillas.
Para muestra el último Draft. Atlanta seleccionó un safetie, Tampa Bay un esquinero y Nueva Orleans un tackle defensivo. La mayoría de sus adiciones en agencia libre y el resto del Draft tuvieron la misma tónica. Tal es el grado de inferioridad que han empezado a reclutar personal que ya estuvo en la división y que puede aportar conocimiento del lado defensivo como ha hecho Tampa Bay contratando a Mike Smith (ex de Atlanta) como su nuevo coordinador defensivo esperando que ello se refleje en un mejor nivel de competencia para Buccaneers. Atlanta tomó otro camino, pero con mismo perfil cuando contrató al gurú defensivo Dan Quinn para solucionar su crisis defensiva. Todo se hace en pos de competir, de ser candidato.
Al final, por muy espectacular y dominante que sea algún equipo, el espíritu de la NFL exige competitividad. De eso ha carecido la División en los últimos años. Por ello los refuerzos de Nueva Orleans, Tampa Bay y Atlanta invitan a ilusionarse, invitan a pensar que dejará de ser una división que asemeje partidos de futbol colegial donde gana el que anota 40 puntos y pierde el que “solamente” consigue 30. Puede ser el año del relanzamiento para esta división, el año en el que hagan pensar a la NFC que de aquí pueden salir tres equipos a playoffs como antes sucediera con la Oeste cuando Seattle, Arizona y San Francisco eran todos candidatos. Carolina puso el ejemplo, ahora queda seguirlo y demostrar que no darán tregua a Panthers ni al resto de la Conferencia.