Tony Romo sale lesionado y se prenden los focos de alarma

Al momento de hacer los pronósticos de temporada, muchos apuntaban a los Vaqueros de Dallas para adueñarse del Este de la NFC… y agregaban “Si Romo se mantiene sano”, como si fuera el apellido del equipo.

La noche del viernes, luego de tan solo tres jugadas, los peores temores de los Cowboys se cristalizaron al ver a Romo tendido en el terreno, retorciéndose del dolor en la espalda baja luego de ser capturado por Cliff Avril, de los Seahwaks.

Tanto el jugador como el equipo aseguran que Romo está bien, y que no volvió al juego como manera preventiva, sin embargo, esa escena es un doloroso recordatorio de que Romo ya está en la mitad equivocada de los 30 y que un solo golpe puede alterar planes y pronósticos, no solo de Dallas, sino de cualquier equipo.

Sí, los Vaqueros transpiran confianza en la situación de quarterback suplente y con justa razón. El joven Dak Prescott volvió a lucir como todo un veterano al completar 17 de 23 pases para 116 yardas y un touchdown. Sigue sin conocer lo que es una intercepción en la NFL y completa el 78% de sus envíos.

Pero Prescott no es Romo, el libro de jugadas con el que juega Prescott no es del mismo ancho del que tiene Romo, no tiene la misma confianza de sus compañeros ni el mismo respeto de las defensivas rivales. Sí, el joven progresa a pasos agigantados, pero no lo suficiente como para que Dallas piense en darse el lujo de perder a su quarterback titular por tiempo prolongado, si se llegara a dar el caso.

Perdida entre el rictus de dolor de Romo, quedó la destacada actuación del novato Ezekiel Elliot, quien en su primera acción en un juego de NFL, tuvo siete acarreos para 48 yardas, 6.9 por acarreo, y con cada yarda alimentando las aspiraciones de los seguidores de Dallas.

La situación en Dallas promete… “si Romo se mantiene sano”. De lo contrario, toda la presión recaerá en los hombros de un novato que lo único que ha hecho con sus destacadas actuaciones hasta ahora, es ponerse más peso encima.