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PREVIA NFL 2016

Previa NFC Oeste 2016: Una división de dos velocidades

Cardinals y Seahawks siguen siendo dos ‘cocos’ de la NFL, mientras que 49ers y Rams piensan ya en el draft del año que viene.

CádizActualizado a
Seattle Seahawks y Arizona Cardinals son los dos grandes favoritos para hacerse con el título divisional.
Christian PetersenAFP

La División Oeste de la Conferencia Nacional presenta de cara a la temporada 2016 un panorama algo extraño en el sentido que tiene dos equipos que aspiran a ganar la Super Bowl, Arizona y Seattle, y otros dos conjuntos que en principio no son candidatos a luchar siquiera por meterse en los Wild Cards, Los Angeles y San Francisco.

La agencia libre de Arizona ha supuesto un golpe decidido sobre la mesa de que la franquicia apuesta claramente por el ahora. Han adquirido a tres veteranos contrastados: Chandler Jones, Evan Mathis y Tyvon Branch a cambio de más bien poco a corto plazo. En el draft se tomó otra gran opción en primera ronda con Robert Nkemdiche, un jugador de mucho potencial pero también mucho riesgo. Añadamos a todo esto la renovación de Chris Johnson, un running back de 31 años en septiembre, y es obvio que el equipo de Bruce Arians puede adoptar esta temporada el conocido mantra de “Super Bowl or bust”.

El ataque de los Cardinals fue de los mejores la pasada campaña y no hay razones para pensar que la tónica no vaya a mantenerse. Un año más de continuidad de Carson Palmer al frente del sistema de Arians sólo ha de ser bueno. Palmer es un gran quarterback a la hora de leer defensas y seguirá metiendo presión a las coberturas rivales en las zonas más profundas, tal y como le gusta a su entrenador. Además, Larry Fitzgerald, John Brown y Michael Floyd son quizás hoy por hoy el trío de wide receivers más sólido de la competición.

Las dudas para la ofensiva quedan en saber el reparto de juego que tendrán los Johnson en el backfield (David y Chris) y ver el rendimiento de D.J. Humphries en el tackle derecho. Arizona es uno de los conjuntos que en más ocasiones juega con backfield vacío y el ex primera ronda no fue activado una sola vez en 2015 porque, según las propias palabras de Arians, “básicamente no sabía dónde estaba”.

En defensa Arizona fue capaz de mantener el nivel pese a la importante marcha de su coordinador, Todd Bowles. La defensiva de los Cardinals es lo que se denomina una “defensa de esquema” en lugar de una “defensa de ejecución”, como por ejemplo pueda ser Seattle. Eso ocurre cuando no tienes demasiado talento y has de compensarlo con la táctica. Para Arizona eso era sobre todo palpable en el “front 7” y de ahí las adquisiciones de Jones y Nkemdiche. Además, Arians también espera que Calais Campbell rinda a mejor nivel que lo visto en 2015, siempre considerando sus altos estándares de rendimiento. Lo que tienen que resolver los Cardinals a este lado del balón es la producción de Tyrann Mathieu tras su segunda grave lesión en tres años y quiénes asumirán el rol de cornerback y safety número dos tras las salidas de sendos titulares.

Suficiente por Arizona, pasemos ahora a hablar del otro gran equipo de este grupo, los Seattle Seahawks. Los campeones de 2013 y subcampeones de 2014 no afrontaron la pasada temporada con la mentalidad necesaria. Que si subidas de sueldo, que si huelgas, que si me retiro, que por qué tomé esa decisión al final de la Super Bowl contra New England... Por H o por B los Seahawks pasaron muchas semanas contestando a preguntas no deseadas. Para cuando todos empezaron a remar en la misma dirección fue demasiado tarde para lograr la para ellos decisiva ventaja de campo en los playoffs.

Sin embargo, el buen rendimiento del equipo en las semanas finales del año pasado y la mejor mentalización con la que afrontan esta temporada hacen ser a muchos muy optimistas de que volverán a estar en lo más alto. Optimismo es lo que has de tener cuando cuentas en tus filas con Michael Bennett y Cliff Avril en la línea de defensa, con Bobby Wagner y K.J. Wright en el cuerpo de linebackers, y con Richard Sherman, Earl Thomas y Kam Chancellor en la secundaria. Simple y llanamente la defensiva de los Seahawks va a continuar siendo una de las mejores de la NFL. Jarran Reed llega como novato para aportar contra la carrera y Frank Clark tendrá que asumir más responsabilidades ante la marcha de Bruce Irvin, sin que eso signifique ocupar su mismo rol. La guinda al pastel sería encontrar ese otro gran cornerback para el lado opuesto a Sherman en Tharold Simon o Tye Smith.

La incógnita con Seattle será ver, como casi todos los años, qué va a pasar con su línea ofensiva. Hasta ahora sus deficiencias habían sido compensadas por la menospreciada explosividad lateral de Marshawn Lynch y por las habilidades de Russell Wilson para sacar jugadas fuera de la estructura del ataque. Pero “Beast Mode” ya no es parte del equipo y la intención es que Wilson siga jugando más desde el pocket como vino haciendo con éxito en la racha ganadora del equipo. Sin hacer mucho ruido, el QB de Seattle acabó con casi 300 yardas menos de carrera que en 2014 y bajó su número de touchdowns por vía terrestre de seis a uno.

Las migajas en esta previa quedan para las dos franquicias californianas. Así es, dos. Tras veinte años de paso por St. Louis, los Rams han vuelto a la que fue su casa durante medio siglo, Los Angeles. Por si esto no fuera suficiente publicidad, los Rams tiraron la casa por la ventana en los días previos al draft para hacerse con el número uno absoluto y poder elegir al quarterback Jared Goff. Jeff Fisher lleva toda su etapa en la franquicia sin encontrar ese hombre que le dé un rendimiento de élite en la posición más importante del juego. Por si la transición college/NFL no fuera suficiente, Goff tendrá que lidiar también con el cambio de un ataque “spread” en Cal a otro más tradicional basado en la carrera. Más capas de aprendizaje para el novato si cabe.

Para tener éxito Los Angeles tendrá que controlar el reloj con su juego de carrera, cansando a las defensas rivales. Todd Gurley es una carta maravillosa para realizarlo, pero hay muchas dudas al respecto de la línea ofensiva, sobre ninguna pieza más que Greg Robinson. Si el plan funciona la defensa de los Rams estará menos snaps sobre el campo, jugará más fresca y tendrá la posibilidad de ser dominante, algo imposible hasta ahora. En la era Fisher (2012-15) cada temporada la defensiva ha estado más jugadas sobre el césped que su ataque.

Cerramos con los 49ers. Poco con lo que emocionarse cuando uno habla de este equipo. Chip Kelly llega a la bahía y espera tener más éxito que en la otra costa de Estados Unidos. Su ataque podemos suponer que seguirá jugando muy rápido y metiendo una presión inusitada sobre su propia defensa. Lo que está por ver es quién será el quarterback titular del equipo. Colin Kaepernick encaja mejor en el sistema de Kelly cuando hablamos de la “read option”. Sin embargo, el ataque de Kelly trata más de pases rápidos con toque y ritmo que de lanzamientos profundos y Kap es precisamente un “pasador de potencia”. En este sentido, Blaine Gabbert es más útil por su brazo más preciso y mejor movilidad funcional sobre el más atlético pero inconsistente Kaepernick. Dicho todo esto, esta batalla será irrelevante si la línea de ataque no da dos ó tres pasos adelante respecto a lo visto el año pasado.

En defensa los Niners tienen más motivos para sonreír, en especial con un “front 7” que podrá disfrutar de la mejor versión de NaVorro Bowman y que tiene a chicos jóvenes muy prometedores como Aaron Lynch y los 1ª ronda Arik Armstead y DeForest Buckner. Esta unidad tiene la posibilidad de ser muy buena, pero su producción estará siempre ligada a la del ataque. Si éste funciona las cosas irán bien, como se atasque saltarán todas las alarmas.