Lydia: "Siento vergüenza de la Federación Internacional"
La española recibió la noticia con una mezcla de “alegría y decepción”. Valentín se muestra enfadada con la tardanza al comunicar los positivos.
Lydia Valentín ha recibido con una mezcla entre alegría y rabia la noticia de su medalla de plata en Pekín. La haltera berciana asegura a AS que está feliz, pero también decepcionada. “Siento alegría, al final es justicia y tres Juegos que he ido tengo tres medallas, pero al mismo tiempo estoy decepcionada porque después de ocho años me tengo que enterar ahora que he sido plata en Beijing. Doy gracias de que en Río, al menos, me he podido subir al pódium”, afirma Valentín, quién añade que siente vergüenza por el tratamiento de estos casos, “siento vergüenza del organismo que lleva todo esto, siento vergüenza también por los atletas que van así a competir”.
La española, añade además que los perjuicios por esta medalla no han sido sólo a su persona, también lo hizo a su Federación. “Me da vergüenza, es vergonzoso, me han robado tantos momentos y a mí y a este deporte. Si hubiera salido de Beijing y Londres con mis medallas, mis entrenamientos no habrían sido de la misma calidad, hubiera tenido otra calidad de entrenamientos porque la federación tendría otra calidad para ofrecernos”, asegura.
Por este motivo, Valentín asegura que luchará hasta el final por recuperar lo que es suyo, criticando a su vez todas las complicaciones que tiene este proceso. “No sólo me han robado subir al pódium, ahora la decisión es oficial, pero yo tengo que luchar mi medalla y todo lo que conlleva la medalla. Encima de haber sido la perjudicada en mi momento, tengo que luchar por lo que me robaron. Nadie va a venir a dármela a mi casa, si no la Federación y yo no lo peleamos nadie hará nada. Encima que me han hecho tanto daño, ahora tengo que pelear por mis medallas, es un cachondeo, espero que se corte todo esto. No me gustaría saber dentro de ocho años que soy oro en Río, tiene que ser inmediato”, asevera con disgusto la española.
A pesar de su enfado, la levantadora española espera que la publicación de los positivos de Beijing y Londres sirva para trasmitir un mensaje de limpieza. “A ver si así todo el mundo se da cuenta de que esto es un deporte limpio, todo el mundo en las mismas condiciones y que se puede levantar pesas sin meterse mierda y sin dopaje, lo que pasa que cuesta más”, concluyó la haltera de Camponaraya.