Sorpresón en 5.000: Vivian Cheruiyot bate a Almaz Ayana

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Sorpresón en 5.000. La etíope Almaz Ayana, fondista estelar de Río con su galáctico récord mundial de 10.000 (29:17.45), no consiguió la victoria. El oro recayó en la keniana Vivian Jepkemoi Cheruiyot, que aprovechó el inesperadísimo desfallecimiento de Ayana (se pagaba su triunfo en las apuestas a 1,01). También sacó botín Hellen Obiri, ganador de la plata, y la fatigada etíope se tuvo que conformar con el bronce, un mal menor, pero un pinchazo grande.

Por lo visto en los 10 kilómetros y en las series de 5.000, la carrera parecía a ser destinada un monólogo de Ayana, que siguió la estela de la nipona Uehara en los primeros compases. 2:59 el primer 1.000, un ritmo muy asequible. Almaz iba muy cómoda y rompió la prueba en el kilómetro 2 para marcharse en solitario, como acostumbra a hacer. Las kenianas, a una distancia prudencial, se resignaban a los otros peldaños del podio. Pero Ayana no estaba fina y los metros sobre sus rivales no crecían como en ocasiones anteriores. Más bien disminuían. Cuando faltaban 800 metros fue cazada y en la última vuelta descolgada y condenada al bronce con 14:33.59. Una carrera más lenta que el segundo 5.000 del récord de 10.000 (14:31). Hace ocho días podría haber corrido casi dos veces  seguidas esta final. Pero esto es atletismo… Tal vez Ayana pecó de alardear en excesos en las series clasificatorias de esta prueba.

Ayana se queda así sin el doblete de 5.000 y 10.000 que si había hecho Tirunesh Dibaba en Pekín 2008.  Si calca a su compatriota Tirunesh en el resultado de Londres 2012, cuando ganó 10.000 y fue bronce en 5.000. Ahora Ayana sigue sus pasos. Un gran resultado, pero con mal sabor de boca para la atleta que terminó con el récord mundial de la china Wang, un registro de hace 23 años.