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POLÉMICA

Los Cubs despiden a su DJ por su pésimo gusto… musical

El club echó a su empleado por reproducir una canción con un título muy explicíto para presentar a Aroldis Chapman, sancionado por violencia doméstica.

La idílica imagen del Wrigley Field contrasta con la tormenta que se ha creado por la selección musical del DJ por reproducir la canción "Smack My Bitch Up" de The Prodigy.
Jon DurrAFP

La violencia doméstica es un problema serio en nuestra sociedad actual, uno en el que las grandes competiciones deportivas del planeta se dejan literalmente la piel por transmitir un mensaje de tolerancia cero y más cuando se trata de figuras que tienen tanta repercusión pública como los jugadores profesionales, de los que se piensa que son modelos a seguir… hasta que descubrimos que son tan seres humanos como el resto, con sus luces y sus sombras.

Por eso resulta especialmente extraño o impresentable la selección musical por parte del ahora antiguo empleado de los Chicago Cubs, el DJ de Wrigley Field, que tuvo una brillante idea a la hora de recibir la entrada de Aroldis Chapman al terreno de juego en la derrota por 6-4 de su equipo ante los St. Louis Cardinals el pasado domingo.

Más allá del empuje que te pueda dar la canción en cuestión, cuando el título de la misma es el antiguo éxito de The Prodigy titulado “Smack My Bitch Up”, que tiene una traducción bastante sencilla… y el jugador que sale al campo había sido sancionado con 29 partidos por su particular caso de violencia doméstica, ¿puede ser la elección más desafortunada?

La ocurrencia del empleado, que le ha costado su puesto de trabajo, ha levantado las previsibles ampollas y una disculpa en toda regla por parte de la franquicia, que lamentaba “la falta de juicio y sensibilidad en un tema importante”. De hecho, el club anunciaba que va a implementar controles más férreos a la hora de revisar y aprobar la música que se va a utilizar en los partidos.

¿Dónde están esos momentos en los que se anunciaba la entrada de Mariano Rivera con “Enter Sandman” de Metallica?

Y eso que a Mo no le decía absolutamente nada.