Previa de la temporada NFL-2016 de los Houston Texans
Los Texans han sido en los últimos años un referente en el aspecto defensivo, pero este año han reconstruido su ataque para intentar aspirar a todo desde ya.
Con Osweiler pasan al ataque con un órdago a lo grande
Hasta aquí hemos llegado. Señores, olviden lo que sabían hasta ahora de los Houston Texans, un equipo al que era casi imposible anotarle puntos, comandado por el mejor defensa de la NFL actual y uno de los mejores de la historia: el imparable JJ Watt. En las oficinas de Houston han decidido dar carpetazo, y sin perder un ápice de su potencia defensiva, invertir la offseason al completo en reinventar su anémico ataque desde que Arian Foster abandonó el mundo de los sanos.
La ofensiva relámpago empezó en la agencia libre con dos joyas y una esperanza. Jeff Allen es uno de los mejores guards de la liga y Lamar Miller, aunque no lo haya demostrado todavía, tiene vitola de running back descomunal. Sin embargo, su movimiento clave, el que definirá el devenir de la franquicia en los próximos años, la apuesta a todo o nada, es Brock Osweiler, el flamante quarterback titular a tiempo parcial en los campeones Broncos, que no pudieron satisfacer sus exigencias económicas y tuvieron que abrirle la puerta de salida, en la que estaban los Texans esperando con un buen fajo de billetes preparado.
La agresividad ofensiva continuó en el draft con dos receptores elegidos en rondas altas para acompañar a DeAndre Hopkins, su nuevo center titular llegado en segunda ronda e incluso un corredor polifacético en cuarta, Tyler Ervin, que completa uno de los backfields con más armas de la liga, en un equipo que siempre ha mimado la posición.
El trabajo en los despachos ya está hecho, y Rick Smith se puede ir a veranear tranquilo, le ha dado a Bill O’Brien las armas que necesita para cocinar un equipo ganador. Ahora solo hace falta que ninguno de los ingredientes esté podrido o caducado, y eso es bastante complicado de preveer.
Porque, como siempre ha pasado en Houston, la duda sigue siendo el quarterback. Osweiler demostró durante ocho partidos de temporada regular, algunos contra rivales tan complicados como Cincinnati y New England, que tiene empaque suficiente para sobrevivir detrás del center. Sin embargo, todavía tiene que demostrar que tiene talento de quarterback franquicia y referente. La experiencia dice que lo difícil no es llegar, sino mantenerse, pero Osweirler ni siquiera ha terminado de llegar y desde el primer día se le va a mirar con lupa, y más tras pagarle un pastizal.
Por tanto, y resumiendo mucho, la conclusión es que los Texans están a un buen Osweiler de ser aspirantes al anillo. Nada más y nada menos.
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Las tres claves del equipo por Tomás Monge
1 La defensa. Los Texans son el único equipo de la AFC Sur construido desde la solidez defensiva. Y necesitarán que se mantenga al excelente nivel de las últimas semanas de 2015 si quieren revalidar el título de la división, porque incluso con los refuerzos, el ataque tiene pocas posibilidades de marcar las diferencias, y no digamos ya de ser explosivo.
2 Brock Osweiler y Lamar Miller. Una cosa es no necesitar un ataque de relumbrón, y otra pensar que Brian Hoyer y Ryan Mallet pueden llevar al equipo un segundo año a los playoffs. Los Texans no necesitan grandes números de sus dos fichajes estrella, pero no les faltará presión a la vista de los cheques que firmaron en pretemporada.
3 La salud de JJ Watt. Incluso a medio gas y con problemas físicos, Watt se las apaña para ser uno de los mejores de la liga. Pero si los ataques rivales no tienen que concentrar dos y hasta tres jugadores en pararle, la productividad del resto de la defensa de los Texans se resiente. Las cinco derrotas en siete semanas para abrir 2015 son la prueba de ello.