Previa de la temporada NFL-2016 de los Jacksonville Jaguars

Gus Bradley ya no tiene excusas para aspirar a todo

Durante muchos años los Jaguars han estado reñidos con la palabra ilusión. Estaban en la liga porque tenían que estar, su nombre siempre aparecía cuando había movimientos de franquicia o experimentos en Europa. Quieran o no, ha sido como un banco de pruebas a disposición de la NFL.

Pero ahora todo ha cambiado. Este equipo no solo ilusiona, sino que lo tiene todo para deslumbrar. Entraron en la agencia libre como bólidos, arrasando con todo gracias a un margen económico insultante, y se llevaron todas las estrellas que quisieron: Malik Jackson, Amukamara y Tashaun Gipson para la defensa; Kelvin Beachum y Chris Ivory para el ataque. Solo con esos movimientos su salto de calidad debería ser mayúsculo.

No se detuvieron ahí. Hay que recordar que por fin podrán contar con Dante Fowler, su pick 3 global del draft de 2015, aún inédito. Y como guinda, hicieron, a priori, uno de los mejores draft que se recuerda con la elección de Jalen Ramsey en primera ronda y Myles Jack en segunda.

Sumados todos esos nombres a la plantilla existente, Jacksonville debería tener a muy corto plazo una de las mejores defensas de la competición, sumada a un ataque vertical explosivo al que solo le queda asentarse.

Todos los ingredientes están ahí. La pregunta es si hay cocinero. Gus Bradley lleva tres años en Jacksonville y por lo visto hasta ahora podría habérselos pasado en Alaska y dirigiendo el equipo por teléfono. El gurú defensivo que inventó la ‘Legion of Boom’ parece haber superado su límite de incompetencia al dar el salto a la cima del staff. Hasta ahora no ha conseguido que la defensa de Jacksonville se parezca en nada a la de los Seahawks.

Lo mismo sucede con su ata - que. Nadie duda ya que Blake Bortles pueda ser un quarterback franquicia, y está rodeado de una fuerza aérea con potencial infinito: Robinson, Hurns, Julius Thomas, Marcedes Lewis… Pero siempre han dado la sensación de que saltaban al campo sin guión, a ver qué salía, a golpe de genio y bombazo sin venir a cuento. “Hala, chicos, salid ahí y ganadme el partido”. Por nombres, los Jaguars tienen una de las mejores plantillas, ahora sólo les falta jugar como un equipo.

Gus Bradley no puede permitirse apelar a reconstrucciones eternas. Tiene que conjuntar una defensa plagada de estrellas pero con seis nuevos titulares y dotar de guión al ataque. Y debe hacerlo ya para entrar en postemporada aporreando la puerta. Jaguars e ilusión deben poder convivir en la misma frase de una vez por todas.

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Las tres claves del equipo por Tomás Monge

1 Controlar los nervios. Los Jaguars perdieron en 2015 muchos partidos, y sus opciones de hacerse con el banderín de la AFC Sur, por culpa de las lagunas mentales en momentos cruciales. Nada de lo que extrañarse en un equipo joven, pero un problema a remediar si en Jacksonville quieren cumplir sus propias expectativas y luchar al menos por una Wild Card.

2 La aportación de los rookies. La reacción fue casi unánime: los Jaguars realizaron el mejor draft de toda la liga. Pero eso significará poco si Jalen Ramsey, Myles Jack y el resto de novatos no contribuyen prácticamente desde el principio. Si hay fiasco con los rookies, podríamos estar viendo el final de la era Caldwell-Bradley en el norte de Florida.

3 La defensa. Gus Bradley llegó a Jacksonville desde Seattle con un halo de gurú defensivo, pero esa aura se ha ido difuminando desde entonces. Dice que le faltaban piezas, pero este año no hay excusa. Ha fichado (y elegido) casi todo lo que ha querido y, nombre por nombre, hay mimbres para que esta defensa pueda colarse entre las mejores de la NFL.

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