La Torrellano Cup, ejemplo de cómo animar la economía local

Desde la humildad de una población que ni siquiera tiene ayuntamiento, porque Torrellano es sólo una pedanía de Elche, pero con una ambición que cada año aumenta por los éxitos que va logrando su torneo anual, ha comenzado a preparar la que será en julio de 2017 su vigésimo novena edición de una semana de balonmano, con más de un centenar de equipos en liza, y más de tres mi visitantes que completan todos los hoteles y casas rurales de la zona. Es, sin duda, un ejemplo de cómo dinamizar la economía local, fundamentalmente la hostelería de esta población de 7.000 habitantes que tiene en la olímpica de judo Isabel Fernández su deportista más ilustre (el Polideportivo local lleva su nombre).

Jerónimo Cartagena, el presidente del club de balonmano de Torrellano y el alma mater del torneo, asegura que este año han tenido "138 equipos, pero no es el récord, que lo tiene la edición de hace tres años, en que hubo 158", que a una media de 10 jugadores por plantel supera los mil, "aunque no sólo son los jugadores; también los acompañantes, porque en muchas categorías vienen los jugadores con sus padres", y eso es casi doblar la población. "Se nota en la calle, en los comercios, en los bares, en los restaurantes, en los hoteles, porque resulta complicado encontrar sitio para alojarse o para comer", asegura Cartagena.

La Torrellano Cup no se queda sólo en los equipos españoles, porque desde hace años es internacional, de media Europa, de África del Norte, de Asia, de América, aunque siempre hay problemas que surgen a última hora: "Este año un equipo de las Islas Comore iba a venir, pero en el último momento la Embajada de Francia no le extendió el visado, y se quedaron en casa". No es lo normal.

¿Cuánto cuesta la Torrellano Cup? "La organización se suele cubrir con las inscripciones de los equipos, pero hay muchos gastos: la línea de autobuses para ir a las pistas, el comedor, la seguridad de los alojamientos, los arbitrajes, el agua, los servicios médicos...". Pero luego hay algunos ingresos extra gracias a la venta de recuerdos de cada edición, como en la de este año, en la que los equipos de Taiwan se llevaron casi dos centenares de camisetas para regalar a sus compañeros.

"La idea es que alrededor del balonmano haya turismo en la zona, y por eso ofrecemos paquetes para que los grupos puedan acudir a los parques temáticos de esta zona alicantina", asegura Cartagena, que tras dos semanas de vacaciones avisa que "en agosto se pone en marcha la que será la edición del año próximo".

En realidad, todo es posible gracias a la enorme afición al balonmano en esa zona alicantina, y de hecho son muchas las jugadoras y jugadores que actúan fuera pero que vienen al torneo como si fuese una cita anual inexcusable, por verse con los amigos y los compañeros de siempre. ¿Y dar el salto a Elche? "Creo que sería un suicidio. Lo realmente entrañable de la Torrellano Cup es que estamos todos muy cerca, que coincidimos en la calle y en los parques, que se puede hacer amigos tan sólo caminando", apunta Cartagena.