Previa de la temporada NFL-2016 de los New Orlean Saints
Es complicado que Sean Peyton vuelva a diseñar un proyecto ganador hasta que encuentre al heredero de un Drew Brees que se queda sin tiempo.
Tras un año perdido, se asoman a un futuro incierto
Los Saints necesitan urgentemente encontrar respuesta a las tres preguntas básicas: quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. A todos los efectos, 2015 fue un año perdido en el que los actores principales parecían estar pensando en su futuro inmediato lejos de la ciudad del Jazz. Ahora, al menos, tienen la certeza de que Sean Payton llevará la batuta unos años más, se han librado del lastre Rob Ryan y solo queda la incógnita del futuro de Brees.
Incluso en el asunto de su quarterback, los Saints han incoado su intención con el rumor que corrió en las semanas previas a la elección colegial, cuando estuvieron entre los aspirantes a subir hasta el número 1 global para encontrar a su pasador de futuro. Es complicado criticar a Brees después de que jugara a su mejor nivel en 2015, y volviera a ser el quarterback con más yardas totales de toda la NFL, pero sí comienza a ser evidente que su final se acerca. Sus 37 años no perdonan, y cada vez más a menudo da la sensación de que su hombro puede decir “¡basta!” en el momento menos pensado.
Más allá de la posición de quarterback, que a corto plazo sigue siendo difícilmente mejorable, los Saints jugaron el año pasado sin un guión aparente, como si a nadie le importara demasiado tapar los agujeros que se abrían sin parar, sobre todo en defensa. Por eso, da la sensación de que Payton no tenía previsto seguir al frente del proyecto y se ha encontrado con la papeleta de resucitar en tiempo récord un edificio que se estaba cayendo a trozos. Así que le ha tocado hacer una profunda limpieza de corrales, invertir en la agencia libre para tapar los agujeros más urgentes, con los fichajes de Nick Fairley y Laurinaitis para la defensa, y Fleener para recuperar el estilete desde la posición de tight end.
Su exiguo draft siguió el mismo plan: tapar agujeros lo antes posible y devolverle armas a un Brees sin cómplices de garantías. Sin embargo, visto el trabajo global, parece que éste será un segundo año de transición, no tienen argumentos para aspirar a mucho más que un récord equilibrado y, sobre todo, Payton tiene aún que diseñar las líneas maestras de un nuevo proyecto en el que inevitablemente tendrá que estar acompañado por un quarterback diferente de Brees.
En esta NFL, y más en el caso de Payton, un entrenador para el que el football empieza y termina en el puesto de quarterback, es imposible saber hacia dónde se dirigen los Saints hasta que no encuentren a su nuevo maestro de ceremonias que sustituya a una figura tan irremplazable como la de Drew Brees.
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Las tres claves del equipo por Pedro Domínguez
1 Mejorar la defensa es imperativo. La temporada anterior fueron muy buena como defensa de entrenamiento. De nada sirve lo que pueda hacer Brees si no lo respaldan con buenas actuaciones ante los rivales. La mayor parte de su defensa es joven y tienen buenas piezas para pensar en revertir la situación. Quizá Rob Ryan se llevó consigo la maldición.
2 Proteger a Drew Brees. A pesar de que no ha mostrado señales de una gran decaída en su nivel, es natural que empiecen a disminuir sus capacidades físicas, teniendo en cuenta que es un quarterback de corta estatura y que tiende a esperar al último minuto para lanzar. Es vital procurar que reciba la menor cantidad de golpes posibles y empezar a preparar a su heredero.
3 Sean Peyton es uno de los diez mejores entrenadores en la NFL y, a pesar de ello, lleva un par de años cobijándose bajo el brazo de Brees (que no es una terrible idea) para ser medianamente competitivos. Es hora de que vuelva el gran estratega, Jimmy Graham es pasado y es tiempo de encontrar un nuevo plan para volver a ser un candidato y no un animador.