Así son las tripas de los Buffalo Bills
Un equipo con un pasado glorioso, aún les duele las cuatro super bowl perdidas, que basará su juego y su futuro en el aspecto defensivo.
LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA: Cuatro super bowls que aún duelen
Durante la celebración de la pasada Super Bowl la televisión norteamericana hizo el ejercicio de imaginar cómo hubiese sido la historia de los Buffalo Bills si hubiesen ganado la primera de las cuatro Super Bowls que disputaron al inicio de los años 90. Oh, cielos, fue como reabrir una herida terrible, dolorosísima. En Buffalo no pueden olvidar que el gran equipo que comandaba Marv Levy, un ataque veloz que se adelantó a su tiempo, fue el único en la historia que jugó cuatro Super Bowls seguidas. Y las perdió todas. Esa rémora pesa sobre la franquicia como una losa. No en vano, ahora mismo, son el equipo de la NFL que más tiempo lleva sin oler los playoffs, a los que no llega desde el año 1999 cuando cayeron en el mítico ‘Music City Miracle’; cuando un partido tiene nombre, mal asunto.
Su gran leyenda: Jim Kelly
Jim Kelly fue el QB de aquellas cuatro Super Bowls. De hecho, ese ataque se llamaba K-Gun, en su honor y porque abusaba de las formaciones en escopeta y sin huddle. Es una de las personas más queridas de todo el entorno de Buffalo.
Su mejor momento
(Por Raul Cancio) En ocasiones, los momentos más memorables para un equipo no coinciden necesariamente con la consecución de un anillo. El 7 de septiembre de 1980, en el Opening Day, la franquicia de Ralph Wilson logró interrumpir la lacerante racha de derrotas que mantenían frente a sus archirrivales de Miami, a quienes no vencían desde 1969. Aquella tarde, la locura se desbordó en la parroquia neoyorquina, que no dudó en invadir el pasto, arrancar los goal post y pasearlos en procesión por todo el campo.
PROPIETARIO: Terry Pegula ****
Pegula fue una bendición para los Bills. Lo compró tras el fallecimiento del mítico fundador, Ralph Wilson, y se comprometió a mantener la franquicia en la ciudad. Planea construir un nuevo estadio más temprano que tarde.
GENERAL MANAGER: Doug Whaley **
Whaley sabe que está en una encrucijada. Es el hombre que ha servido de unión en la transición entre Wilson y Pegula, pero ese crédito ya se le ha acabado porque el proceso de adaptación del nuevo dueño ha concluido. Y de forma satisfactoria. Whaley ha cometido los suficientes errores como para saber que su puesto está en juego, y más sin la coartada de la estabilidad. Su apuesta final ha sido Rex Ryan y, para bien o para mal, está unido a él en este proyecto, dure lo que dure. Ha dedicado el draft de este año a reconstruir un front seven desquiciado con el cambio de esquema que vivió el año pasado, y eso es un lujo que quizás no pueda permitirse porque o en Buffalo hay resultados ya, inmediatos, o su general manager no estará aquí el año que viene.
ENTRENADOR: Rex Ryan
No dejó buen sabor de boca ‘Sexy Rexy’ en su primera temporada en Buffalo. Si algo estaba claro en el equipo es que la defensa funcionaba y era la piedra angular del éxito potencial del grupo. Ryan quiso dejar su huella desde el principio, algo lógico ya que para eso se le fichó, pero eso llevó a marear a unos jugadores que sabían de memoria lo que tenían que hacer y, de repente, tuvieron que comenzar de nuevo a entenderse y moverse por el campo. Algunos, como Mario Williams, abandonaron el barco a mitad de travesía y el grupo no se hundió de milagro. Este año Rex cuenta con jugadores más acordes a su esquema, así que los resultados han de ser mejores. O eso, o llegarán las voces altisonantes al respecto de su puesto de trabajo. Carrera, parar la carrera, promesas imposibles de victorias y titulares: el show de Rex Ryan sigue como siempre en Buffalo.
ESTADIO: El viejo pero entregado Ralph Wilson Stadium
El Ralph Wilson Stadium es uno de los más antiguos de la NFL. Tanto es así que los Pegula, los dueños de la franquicia, han explorado las opciones de construir uno nuevo, pero la economía de la zona no parece indicar que sea el mejor momento para ello. Está situado en Orchard Park, al lado de un cementerio y sobre lo que fue un poblado indio. Sí, podéis hacer los chistes que queráis respecto a estos dos datos y la historia de la franquicia. Está en una zona donde pega especialmente el viento, por lo que el juego se ve afectado por todas las condiciones climatológicas y no sólo la nieve, como se suele pensar.
AFICIÓN *****
Inasequible al desaliento, la BillsMafia llena cada año, cada partido, su estadio para ver como los suyos no son capaces ni de llegar a playoff.
CHEERLEADERS
Las ‘Buffalo Jills’ decidieron demandar al equipo por no pagarles sus horas en 2014. Desde entonces, no hay cheerleaders en Buffalo.
PUEDES DESCARGAR EL PDF PINCHANDO AQUÍ