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FÚTBOL SALA

Amado: "Me da vergüenza que me digan el mejor de siempre"

El por unanimidad mejor portero de la historia acaba de cerrar la que, con 40 años, podría ser su última temporada en activo. Se sentó con AS.

Luis Amado.
Juanma Leiva

-¡Menuda temporada del Movistar Inter!

-Ha sido muy buena, jugar cinco títulos y ganar tres tan importantes… Sobre todo la Liga, que nos da la opción de jugar Copa de Europa el año que viene. Eso ha hecho que el no ganar esa UEFA Cup haya quedado un poco subsanado. No obstante, esta plantilla está construida para luchar por todos los títulos.

-Como comenta, la decepción fue perder la final de la Copa de Europa. ¿Para alguien como usted, con tanta experiencia pero también tan ambicioso, cómo se lo tomó?

-Me afectó mucho, pero no tanto como al resto. Debe ser por la experiencia o porque he ganado cuatro… Es verdad que de todo se aprende y, además, al ser el capitán tienes que estar entero e intentar ayudar a llevar esa decepción que había en el vestuario.

-A pesar de que a este bloque aún le falta la corona europea… ¿Cree que estamos ante una de las épocas doradas del club?

-Sí, he conocido muchas épocas, buenas y malas, pero en los últimos dos años y medio el equipo ha logrado ser lo que se le exige al club por historia y palmarés. Pero vemos que el éxito es cíclico y que es muy difícil estar siempre ahí arriba. Yo he vivido etapas como aquel gran Caja Segovia, luego Interviú, el Barça que lo ganaba todo, ElPozo que no se perdía una final…

-¿Y en cuanto al vestuario? Usted habrá visto pasar por el del Movistar a todo tipo de jugadores…

-Pues, así en plan general, le puedo decir que, primero, se ha ido nacionalizando un poco y ya no depende tanto de los extranjeros, o, en concreto, de los brasileños. La gente ahora es mucho más cercana. Y no digo que en otras épocas no nos llevásemos bien, pero a lo mejor ahora los extranjeros están más cohesionados que en otro tiempo y eso se nota a la hora de rendir y de jugar.

-¿Y cuál ha sido el mejor jugador con el que ha compartido vestuario?

-El mejor jugador con el que he jugado ha sido Daniel Ibañes, porque el mejor no es el que más fuerte chuta, ni el más rápido, ni el que mejor regatea… Creo que él era el más completo: atacaba muy bien, defendía muy bien y encima era el más listo de la clase, que se suele decir.

-¿Y el mejor jugador al que se ha enfrentado?

-Pues, quizá, Lenisio. Es de esos jugadores a los que yo como portero prefería verlo en el banquillo descansando que enfrente. Era muy ofensivo y no dejaba relajarte, un pívot muy fuerte que cuando se giraba era peligrosísimo. Aunque luego en defensa no fuera tan bueno, pero a mí eso me afectaba menos.

-En lo que hay unanimidad, y no sólo en España sino en el mundo, es que usted es el mejor portero de la historia de este deporte. ¿Cuándo lo lee, lo escucha… qué siente?

-¡Hombre, pues me gusta! Me gusta mucho sobre todo cuando lo leo… pero cuando me lo dicen a la cara, como ahora, me da vergüenza (risas). De hecho intento cambiar de tema rápidamente. Siempre he intentado ser humilde y, claro, ante eso siempre me quedo sin respuesta.

-¿Y cuándo le recuerdan el palmarés? Solamente memorizarlo es un reto …

-Para ser sincero, cuando me lo recuerdan lo que hago yo es acordarme de todos los compañeros con los que lo he conseguido y me han ayudado a todos los éxitos. Incluido desde el cuerpo técnico hasta el utillero, todos aportaron su granito de arena. Y, por otro lado, eso también me muestra lo que yo he aportado a este deporte. Me enorgullece, por ejemplo, haber estado en la Selección en el primer Mundial de Guatemala. La Selección ha sido, es y será el motor de este deporte. Si la Selección cumple, va todo mejor.

-Pero le he escuchado alguna vez que aquel Mundial no es para usted su título más importante…

-Hombre, importante fue, pero sí que mi mejor recuerdo es el de mi primer título, la Copa de España del 98 con Caja Segovia. Con un equipo hecho de retales. Por ejemplo, yo venía de Segunda, otros de no jugar en sus equipos, y con Jesús Candelas de entrenador fuimos grandes.

-Y ahora que las audiencias mejoran, que la LNFS es más seguida… ¿cree que el fútbol sala está viviendo una época clave en su crecimiento?

-Indudablemente. Se nota no sólo en esos aspectos sino en el hecho de que muchos clubes ahora cuentan con escuelas, que los medios nos prestan más atención…. La Liga ahora es más competente, hay mucha más repercusión mediática, los entrenadores españoles están repartidos por todo el mundo… Internacionalmente, ejemplos como la Copa Intercontinental de Qatar, los torneos que se crean en países como India… Y se nota cómo ahora el nivel de las selecciones está subiendo. La época en la que España le metía 10-0 a la mayoría de rivales se acabó.

-A la expansión y crecimiento de este deporte está ayudando mucho un compañero suyo, Ricardinho…

-Ricardinho es el mejor jugador del mundo en la actualidad. Sin duda. Pero no sólo por su espectacularidad, sino porque desde dentro además es un gran profesional y muy trabajador. Luego, en la pista, qué le voy a decir… Asumimos que mucha gente que viene a ver al Movistar por verle jugar a él. ¿Qué si nos molesta? Todo lo contrario, yo animo a cualquiera a que vaya a verle, es algo único. Y gracias a él el deporte está creciendo.

-Otro astro en la misma línea es Falcao, con el que se ha encontrado en la Intercontinental. Pero con él España se las ha tenido tiesas muchas veces. ¿Qué opinión le merece?

-Sí que ha habido una gran rivalidad con él y ahora mi relación es mucho mejor que en el pasado por lo que comenta, por todos los roces que existieron. Siempre ha sido uno de los grandes enemigos deportivos de España. Pero como jugador es otro como Ricardinho, uno de los grandes. Y es muy bueno para todos que sea uno de esos iconos capaces de atraer gente al fútbol sala.

-Con 40 años todo el mundo da por hecho que esta es su última temporada…

-Al 90% sí, cuando sea segura lo comunicaré públicamente.

-¿Se irá con algún reto pendiente?

-Ese no es el tema. En 2001 ficho con el Inter y ya había ganado la Liga, Copa, Mundial … Desde ahí he ganado mucho más. Nunca me he acomodado. Siempre he ido día tras día. Si tenía que jugar un jueves no tenía en la cabeza si el domingo tenía otro partido. Nunca los títulos han hecho que me acomode.

-¿Y su futuro? ¿Sigue estando en el fútbol sala?

-¡Eso lo tengo clarísimo! Es verdad que por ahora ser entrenador no me llama, aunque sí tengo el título. Lo que tengo claro es que a mí el fútbol sala me ha dado mucho. Y quiero devolvérselo.