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MIAMI MARLINS

José Fernández sale al rescate de los Marlins... con el bate

El pitcher cubano tuvo una aparición sorpresa el viernes en el campo que, además, resultó decisiva para la victoria de su equipo

León
José Fernández puede presumir de músculo tras su doble en entradas extra que dio la victoria su equipo.
Mike ZarrilliAFP

No se esperaba ver en acción a José Fernández en el Turner Field hasta hoy sábado, cuando se espera que suba a la lomita del estadio de la capital de Georgia para enfrentarse a los bateadores de los Atlanta Braves. Sin embargo, en un golpe de efecto decisivo, Fernández tuvo que sustituir a un compañero como bateador emergente, una decisión que le daría grandes réditos a su equipo.

No es la primera vez que ocurre ni será la última. El hecho de que en la Liga Nacional los pitcher tengan que acudir al cajón de bateo hace que las sustituciones sean más numerosas que en la Liga Americana, ya que los lanzadores relevistas no están acostumbrados a usar el bate y normalmente son sustituidos por un jugador de campo cada vez que les toca salir a batear en la rotación. Eso hace que, si el juego se alarga en demasía, el equipo corre el riesgo de quedarse sin suplentes de los que echar mano para esas sustituciones.

Eso es lo que le ocurrió ayer a los Marlins, que llegaron a la entrada 12 con empate a 5 en el marcador y sin jugadores disponibles para sustituir a Nick Wittgren, el último lanzador que habían usado los Marlins y al que le tocaba ya batear. Claro que nada de esto hubiera pasado si el closer A.J. Ramos (que ya veremos si conserva su puesto tras el fichaje esta semana de Fernando Rodney) hubiera conservado la ventaja de una carrera con la que su equipo llegaba a la novena entrada y que había provocado un carrusel de cambios por parte de Mattingly tratando de conservar esa ventaja.

El caso es que Ramos cedió la carrera del empate y en la entrada 12, con dos corredores en base y 2 eliminados, José Fernández salió al campo no para lanzar, para lo que es un auténtico fuera de serie, sino para batear, algo que no es su fuerte pero que tampoco le es desconocido, no en vano acumula un porcentaje de .250 que está por encima de algunos de sus compañeros más habituados, en teoría, a batear que él. Aún así parecía una víctima propiciatoria para cerrar la entrada y mantener el empate en el marcador.

Sin embargo Fernández sorprendió a propios y extraños pegando un batazo que se fue hacia el jardín exterior, justo en medio de las posiciones que ocupaban los defensores de Atlanta, para conseguir un doble que, además, impulsaba las carreras de Rojas y Realmuto, poniendo así el 7-5 que a la postre sería definitivo, ya que Dustin McGowan se encargó en la parte baja de la 12ª entrada de, esta vez sí, cerrar el partido para darle a los Marlins su 42ª victoria y mantenerles a tan solo medio partido de los New York Mets.

Pasará más veces, seguro que sí,, pero no deja de ser curioso que un pitcher tenga que acudir al rescate de su equipo desde el cajón de bateo en vez de hacerlo desde el montículo. Otra prueba más de la belleza del béisbol, un deporte capaz de sorprendernos un poco más en cada nuevo partido que se disputa.