Los Nationals presentan sus credenciales ante los Cubs
La serie que enfrentó a dos líderes divisionales no ha decepcionado a nadie y nos proporciona un anticipo de lo que pueden ser los playoffs.
El organismo que gestiona la confección de los calendarios de las Grandes Ligas es una auténtica maravilla. No sé muy bien porque mágica virtud, lo cierto es que todas las semanas nos encontramos con series atractivas gracias al Hacedor y si había una serie que marcaba este inicio de semana, esa era la que enfrentaban a Washington Nationals y Chicago Cubs, y si se puede sacar alguna conclusión positiva, es que los duelos no han decepcionado porque hemos tenido drama, emoción y béisbol de gran altura. Puede que los Nationals salgan reforzados tras esto, pero conviene no perder de vista que ni Arrieta ni Lester lanzaron. Y en una serie de playoffs, los dos serían los dos primeros espadas con lo que habría batirse el cobre.
Colorado Rockies-New York Yankees (6-3)
Después de haber recibido un bolazo en el casco que le podría haber hecho mucho daño, DJ Lemahieu se recuperó a lo grande con tres hits y se quedó a sólo un home run de batear para el cycle, completar el partido logrando un hit de cada clase. Arenado siguió a lo suyo, que fue igualar en lo más alto del puesto de mejores pegadores con su home run número 20. Desalentador es el balance para los Yankees, que después de ponerse por segunda vez en la campaña con récord positivo, dan tres o cuatro pasos hacia atrás y vuelta a empezar.
San Diego Padres-Miami Marlins (6-3)
Ichiro Suzuki no nos dejó mucho tiempo para la intriga a la hora de cazar y superar la marca de 4256 hits. Como bien sabéis, la polémica está a la hora de igualar el total de ‘Charlie Hustle’ con el que consiguió Ichiro en su paso por ambas ligas. Sea como fuere, es un momento a celebrar porque el legado del japonés es extraordinario y el público del Petco Park estuvo exquisito porque momentos como éste, no es que vayan abundar sino todo lo contrario.
Arizona Diamondbacks-Los Ángeles Dodgers (2-3)
Incluso para alguien tan ultracompetitivo y perfeccionista como Clayton Kershaw, su partido contra los Diamondbacks fue algo irregular y siempre había algo que mejorar. Después de conseguir once strikeouts en siete entradas y un tercio y sumar su victoria número diez, la conclusión a la que se puede llegar es que yo también quiero días malos como este. Scott Van Slyke logró un home run de tres carreras y Kershaw no es que necesite mucho más en estos días.
San Francisco Giants-Milwaukee Brewers (10-1)
Con Johnny Cueto bailando sobre el montículo, los Giants pasaron literalmente por encima de los Brewers y el récord del club mejora hasta los 15 encuentros por encima del equilibrio entre victorias y derrotas, que a estas alturas de año es una cifra magnífica. No menos bueno es que Buster Posey empiece a recuperar sensaciones y cuando el antiguo MVP vuelva por sus fueros, que tiemble el resto de la Liga Nacional.
Washington Nationals-Chicago Cubs (5-4 en 12 entradas)
Stephen Strasburg y Jason Hammel estuvieron batallando durante gran parte del encuentro, uno que tuvo absolutamente de todo, con reacciones inesperadas, con actuaciones llenas de coraje por parte de ambos equipos ya que ninguno tenía intención de doblar la rodilla. Al final, alguien tenía que ceder y fueron los Cubs, que vieron como Jayson Werth impulsaba la carrera del triunfo en entradas extra. Si esto es lo que nos espera en octubre, lo aguardamos con impaciencia.
Boston Red Sox-Baltimore Orioles (6-4)
El camino de Steven Wright hasta asentarse en la rotación de los Red Sox ha sido de aúpa, pero ya no sorprende a nadie y el ‘knucleballer’ volvió a dar muestras de su creciente importancia, llegando hasta la octava entrada una vez más. El ataque volvió a mostrarse explosivo, con el punto álgido del primer home run en casi un mes de Hanley Ramírez, y el clinic defensivo fue soberbio a cargo de Dustin Pedroia y del maravilloso Mookie Betts.
Philadelphia Phillies-Toronto Blue Jays (2-7)
El monstruo en ataque que es Edwin Encarnación ha despertado definitivamente y, a su vera, ha pasado exactamente lo mismo con el ataque canadiense, que empieza a parecer poco a poco a aquel rodillo que nos deslumbró el año pasado. Ya parece un sueño de una noche de verano aquel escenario que contemplaba el traspaso de Encarnación y Bautista al no competir su club. No, eso no tiene pinta de que vaya a ocurrir y los Blue Jays con Estrada como potencial pitcher número uno darán mucha guerra.
Atlanta Braves-Cincinnati Reds (9-8)
Los Braves no es que tengan muchos momentos que celebrar en 2016 y la cosa puede incluso empeorar si algunos de sus mejores jugadores, que los hay, llegan a ser traspasados. La idea es que Freeman continuará y será una de las piedras angulares sobre las que construir el nuevo proyecto. Por un día, Freeman demostró que puede ser un jugador válido, bateando para todo el cuadro. Lo mejor es que ese esfuerzo no fue en balde, sino que tuvo la recompensa de la victoria, aunque fuera en entradas extra.
New York Mets-Pittsburgh Pirates (11-2)
Noah Syndergaard nunca ha completado un partido en las Grandes Ligas y, por un momento, parecía que ‘Thor’ iba a ver cumplido su deseo. Sin embargo, el tremendo pitcher de los Mets no fue capaz de completar el trabajo y beneficiarse de todo ese respaldo que obtuvo con el despliegue ofensivo de los Mets, con la mejor marca de la temporada gracias a sus 19 hits y la actuación particular de Wilmer Flores, home run y cuatro carreras impulsadas incluidas.
Tampa Bay Rays-Seattle Mariners (3-2 en 13 entradas)
Drew Smily estuvo increíble, pero un home run de Nelson Cruz puso en una posición desventajosa a sus Rays. No obstante, los de Florida mostraron resistencia y llegaron a tensar la cuerda hasta forzar las entradas extra, donde recurrieron a su arma secreta: el pitcher titular convertido en relevista Matt Andriese, que cubrió el expediente con dos entradas y dos tercios para darles la oportunidad de ganar el choque y vaya que si lo hicieron.
St. Louis Cardinals-Houston Astros (1-4)
Sobreviviendo a una gran salida de Adam Wainwright, los Astros fueron capaces de mantener el partido en un pañuelo antes de reaccionar contra el bullpen de los Cardinals, que pasó las de Abel antes de entregar el partido en bandeja a los texanos. Como viene siendo habitual, George Springer está siempre involucrado y fue capaz abrir la lata con un nuevo home run.
Chicago White Sox-Detroit Tigers (5-3)
Puede que Chris Sale no haya atravesado su mejor momento durante los últimos cuatro partidos, pero cuando el pitcher número uno de los White Sox recupera su nivel brevemente, es de los que marca diferencias. Echando mano de su recta más a menudo que en otros momentos, Sale fue capaz de convertirse en el primero en alcanzar las once victorias en 2016, y las que quedan por llegar…
Kansas City Royals-Cleveland Indians (9-4)
La trayectoria más reciente de los Royals se asemeja a una montaña rusa, tan pronto encadenan una gran racha de triunfos para pasar inmediatamente a una debacle sin parangón y vuelta a empezar. Lo cierto es que las series contra los Indians han vuelto a colocar en igualdad de condiciones a ambas franquicias y las nueve victorias seguidas en el Kaufmann Stadium hablan mucho y bien de sus capacidades. Salvador Pérez ha vuelto a lo grande y está recuperando el tiempo perdido a marchas forzadas. Defintivamente, esta división va a ponerse muy interesante.
Los Ángeles Angels-Minnesota Twins (10-2)
En estos días, los Angels aceptan encantados los regalos que se les puedan hacer y más cuando se encuentran en esta peligrosa vorágine en la que están inmersos en 2016. La defensa del outfield de los Twins fue atroz y los californianos aprovecharon todas esas opciones extra, con C.J. Cron como protagonista destacado.
Oakland Athletics-Texas Rangers (5-7)
Cuando los Rangers iban perdiendo 5-0 contra Sonny Gray, el panorama no era alentador, pero no le perdieron la cara al encuentro y aprovecharon los resquicios, de cara a darle la vuelta a la situación y lograr su quinto triunfo en seis partidos. La pegada de los Rangers fue clave y Rougned Odor y Robinson Chirinos fueron capaces de sacarla del campo por partida doble.