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PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DEL DEPORTE

Gómez Noya, un corazón 'heavy'

Al gallego, ganador del Princesa de Asturias, se le detectó una valvulopatía aórtica y dos veces se le suspendió la licencia. Luchó y ganó.

El triatleta Javier Gómez Noya posa tras ser galardonado hoy con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, por una trayectoria en la que superó el pasado año a Simon Lessing como el triatleta con más títulos mundiales de la historia al ganar su quinto Campeonato del Mundo. Además, cuenta en su palmarés con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres y con cuatro Campeonatos de Europa.
El triatleta Javier Gómez Noya posa tras ser galardonado hoy con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, por una trayectoria en la que superó el pasado año a Simon Lessing como el triatleta con más títulos mundiales de la historia al ganar su quinto Campeonato del Mundo. Además, cuenta en su palmarés con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres y con cuatro Campeonatos de Europa. Eliseo TrigoEFE
ATLAS

Javi Gómez Noya es uno de esos hombres de acero que ha hecho del triatlón un deporte popular. Nació en Basilea hace 33 años por azar, porque sus padres emigraron a trabajar a Suiza, pero con tres años llegó a Ferrol, donde dio sus primera brazadas en la piscina del barrio de Caranza que hoy luce su nombre. Se olvidó del fútbol y mirándose en el espejo de Iván Raña, el pionero que vivía a 50 km de su casa, unió el ciclismo y la natación a su vida. Con 15 años, en su estreno en el triatlón quedó detrás de Raña en Castropol: había madera.

Pero en 1999 se le diagnosticó una anomalía cardíaca (valvulopatía aórtica congénita) en un examen y se le prohibió competir. Noya, afincado después en Pontevedra, recurrió al cardiólogo Nicolás Bayón para demostrar que poner su corazón a 200 pulsaciones no era peligroso. La Federación reconsideró su decisión y se proclamó campeón mundial Sub-23. Pero en abril del 2005, el CSD creyó que su vida podía correr peligro y le retiró otra vez la licencia.

Otro experto, William McKenna, certificó que no había peligro de muerte. Noya firmó un compromiso eximiendo de responsabilidad a las autoridades y se comprometió a pasar exámenes cada seis meses. Sufrió el palo de no ser convocado para Atenas 2004 cuando era el segundo mejor triatleta español... pero se levantó. "Fue un golpe muy duro, lo pasé fatal, pero esos problemas hacen que valores más el poder hacer lo que te gusta. Es raro decirlo, pero aquello me vino bien para madurar", rememora.

A partir de ahí, olvidados los despachos, llegaron llegaron los títulos: cinco veces campeón del mundo (2008, 10, 13, 14 y 15), cuatro de Europa, plata en los Juegos de Londres 2012 en un espectacular duelo con los hermanos Brownlee... Su vida gira en torno al triángulo del triatlón (su novia, la neozelandesa Anneke Jenkins también lo practica) porque necesita nadar entre 20-25 km cada semana, hacer 300-400 en bici y 80-110 corriendo. Puede visitar 15 países en un año... Y casi siempre acompañado de una guitarra eléctrica para rasguear riffs de sus admirados AC/DC. Tanto le va la marcha, que a veces se sube al escenario con el grupo de su hermano, VEST. Un corazón heavy metal.