Alberto Entrerríos entra desde mañana en la leyenda
A los 39 años, se despide en Nimes con el Nantes, y siendo destacado por las estrellas de la Selección actual como el más grande de siempre
Mañana será su último partido oficial, en su cuarta temporada en el Nantes. Alberto Entrerríos (Asturias, 1976) dice adiós al balonmano en el cierre de temporada de la Liga francesas, en la pista del Nimes. Hoy se ha despedido de la afición francesa dando las gracias a todos cuantos han colaborado en su larga carrera: "He aprendido de los mejores entrenadores y con los mejores compañeros del mundo", y ha dado especialmente las gracias a su familia "porque sin su ayuda hubiese sido imposible".
Alberto ya es una leyenda del balonmano español, y de hecho son muchos los jugadores que públicamente han querido mostrarle su simpatía y elogios para el asturiano: Joan Cañellas: "Es el mejor jugador con el que he jugado"; Carlos Ruesga: "Es el mejor jugador de la historia del balonmano español"; Julen Aginagalde: "Siempre presumiré de haber jugado con el mejor jugador de la historia del balonmano español"; Albert Rocas: "Una verdadera leyenda"; Viran Morros: "Uno de los más grandes de nuestro deporte. Gracias, gracias gracias".
El historial de Alberto es espectacular. Debutó con la Selección española en 1997 y se despidió tras ganar el Mundial de 2013 en España. En total, 240 partidos y 726 goles, lo que equivalen a dos títulos mundiales (2005 y 2013) y una medalla de bronce, plata y bronce en Europeos, y un bronce en los Juegos Olímpicos. Posiblemente su espina clavada sea que Valero Rivera no le llevase a los Juegos Olímpicos de Londres, pero es difícil que públicamente lo reconozca.
Su primer título de Liga fue con el Ademar, del que pasó al Barcelona, y tras un año al Ciudad Real para despedirse de la Asobal hace cuatro temporadas en el Atlético de Madrid para enrolarse en el Nantes. En esas 15 campañas jugó 398 partidos y marcó 1.621 goles, con seis títulos ligueros, por ejemplo. Y en Europa, tres Champions dos Recopas y una Copa EHF.
Es complicado asegurar que Alberto es el mejor jugador de la historia, pero sí es sencillo asegurar que está en la historia de los mejores, y posiblemente sea el número del siglo XXI. Pero más importante, la definición de su entrenador en la rueda de prensa de despedida: "Alberto es un caballero de los que no hay muchos en el deporte" (Thierry)