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NEW YORK YANKEES

Los New York Yankees deberían despedirse de 2016

A pesar de la quinta victoria consecutivo y encontrarse a una victoria de igualar triunfos y derrotas, los neoyorquinos lo tienen muy complicado.

Aroldis Chapman, agente libre al final de esta temporada, podría ser un gran refuerzo para cualquier equipo si los Yankees sueltan lastre.
ELSAAFP

Imagino que el titular de este artículo no va a encandilar a muchos, y especialmente a los seguidores de los New York Yankees. “¿Cómo puedes decir que los Yankees tendrían que decir adiós a esta temporada?”, se preguntarán algunos. “Los New York Yankees no son de los que se achantan cuando vienen dadas”, dirán otros. “¿Ahora van a despedirse de la presente campaña cuando han ganado 13 de los últimos 20 encuentros disputados?”, aullarán los de más allá.

Lo primero que tendría que hacer es explicarme. Creo que los New York Yankees no son un buen equipo en 2016, o para ser más exactos, no son tan buenos como el resto de la competición a la que tiene que enfrentarse. No digamos en su propia división, en la que están a 5.5 partidos de los dos líderes como son los Baltimore Orioles y los Boston Red Sox. Todo ello cuando han protagonizado una racha tan excelente que les ha permitido salir del pozo de la división y estar a un solo encuentro de la mediocridad, que es lo que marca el tener la misma cantidad de victorias que de derrotas. Es así de frío.

Cierto es que desde el debut en la temporada de Aroldis Chapman, ‘El misil cubano’ que ha venido a cerrar los partidos de los Bombarderos del Bronx el pasado de 9 de mayo, el club ha conseguido mantener una clara línea ascendente que le acerca a eso que comentaba anteriormente, el 50% de triunfos. Sé que es el primer paso de cara a recuperar la respetabilidad del resto de la competición, pero es que incluso este equipo, que lleva esta gran línea, también tendrá sus rachas negativas incluso con la llegada de Chapman.

Hay que tener en cuenta un dato muy importante. El tridente compuesto por Betances en la séptima entrada, Miller en la octava y Chapman en la novena, es un espectáculo en sí mismo. Cuando ellos actúan de forma consecutiva, los rivales deben de irse despidiendo de cualquier atisbo de reacción. Es lo más cerca que hay ahora mismo en las Grandes Ligas de tener la certeza de algo, más allá de la muerte y Hacienda.

Pero estos tres jugadores NO pueden jugar todos los días. Es imposible. Tan presionado se ha sentido Joe Girardi en los últimos tiempos que, incluso echó mano de este espectacular tridente que corona su bullpen, incluso cuando el pitcher titular ni siquiera había realizado 70 lanzamientos. La necesidad de ganar partidos primó claramente sobre lo que estaba siendo una gran salida Iván Nova y es que aquel que no se llame Masahiro Tanaka, va a verse superado por los acontecimientos o por la necesidad de ganar partidos, incluso forzando la máquina tan pronto en la temporada.

Y es que más allá del tridente, el resto del bullpen no está haciendo un buen trabajo y es ese terreno nebuloso en el que muchos partidos se deciden, ya que los titulares se ven sustituidos pronto y los que lo hacen, tampoco es que lo hagan mucho mejor. En la rotación, sólo Tanaka tiene una efectividad por debajo del 3.50 y habrá que ver qué pasa con Nova, que ha cumplido con creces (3.26), pero que se trata de un lanzador muy errático. Sabathia está haciendo una gran labor hasta la fecha, pero su rendimiento (y viabilidad) para lo que resta de año… es una incógnita.

El ataque no es bueno. Más allá de un Carlos Beltrán que está increíble en esta gira de encuentros, con un .407 de promedio de bateo, el turno tiene demasiadas lagunas y con gente que está jugando muy por debajo de su nivel. El OPS de Teixeira (.580) es horrendo y, aunque se trata de alguien que siempre empieza lento las campañas, hay demasiadas sombras en su último año con los Yankees. Gregorius (.638), Headley (.584), Ellsbury (.757) son algunos ejemplos de los huecos que hay.

No todo son malas noticias. Brian McCann está disfrutando de un gran año (.785), Castro ha pasado por una crisis de resultados, pero su balance es positivo hasta la fecha (.752) y queda por ver si Alex Rodríguez puede ser la solución.

La clave está en ver si los New York Yankees es un equipo que pueda aspirar al título. Eso no lo veo, ni ahora ni con esta plantilla que tiene poco margen de maniobra. Y no, la solución no pasa por ascender definitivamente a Gary Sánchez, la mayor promesa como catcher de la franquicia, o al gigantón Aaron Judge.

Los New York Yankees cuentan con varios jugadores que podrían ser muy apetecibles en el mercado de traspasos y cuyo coste salarial no sería muy exagerado. A los Rangers les encantaría poder contar con un catcher como McCann. Cualquier aspirante al título salivaría con la posibilidad de contar con Aroldis Chapman o Andrew Miller en su bullpen. Podría ser la clave para ganar el título, como bien se ha podido ver en pasados octubres.

¿Eso es lo que va a ocurrir? No lo creo y menos a corto plazo. Es demasiado pronto para pensar en sacar la bandera blanca y soltar lastre, pero es un escenario para nada descabellado y, en este actual ejercicio de contención del club (no dando grandes contratos a agentes libres y esperando que acaben los desfasados de la actual plantilla), se ajustaría como anillo al dedo.

Es bonito pensar que los Yankees pueden aspirar a todo y no es descartable que termine produciéndose. Pero nos podríamos encontrar con un escenario extraño, al menos en la memoria más reciente de las Grandes Ligas de béisbol, que es ver a los Yankees como club vendedor en lugar de comprador en el mercado de traspasos veraniego.

Oye, las vueltas que da la vida.