Brasil se queda sin presidenta a tres meses de los Juegos de Río
El senado brasileño votó a favor de cesar a Dilma Rouseff por alterar las cuentas públicas. Su cese se produce a tres meses del inicio de los Juegos.


A falta de tres meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil suma al retraso con las obras en las instalaciones y la preocupación por el virus zika la inestabilidad política que se ha dejado notar más fuerte en las últimas semanas. Una situación que se agravará aún más tras la destitución este jueves de la presidenta Dilma Rouseff. El Senado votó a favor de cesar en el cargo a la mandataria brasileña por alterar las cuentas públicas.
Con la destitución provisional de Rouseff durante 180 días, aproximadamente seis meses, será el vicepresidente Michel Temer quien asuma el cargo. De esta forma, Temer será el máximo mandatario de Brasil durante la celebración de los Juegos el próximo mes de agosto y ejercerá como anfitrión del evento.
La situación para Dilma Rouseff se ha complicado en estos meses debido a las protestas tanto de los ciudadanos brasileños como dentro de su propio partido. Algunos altos cargos de su Gobierno decidieron dimitir, como el ministro de Deportes, George Hilton, que renunció a su cargo el pasado mes de marzo. Pese a los problemas institucionales, Rouseff posó con la llama olímpica y la llevó cuando el fuego olímpico llegó a Brasil la semana pasada.
A los problemas institucionales y sociales que vive Brasil, hay que sumarle la grave situación del desarrollo de las instalaciones que albergarán los Juegos Olímpicos de Brasil. Once personas han perdido la vida durante la construcción de las instalaciones, las obras están al 95%, recintos como el velódromo o la pista de atletismo se construyen con retraso sobre lo previsto y la mala construcción o planificación de algunas de estas obras ya se ha cobrado vidas, como el derrumbe del carril bici de Río que provocó la muerte de dos personas. Otros recintos como la torre de televisión y parte de la Villa Olímpica han visto como se embargaban las obras por razones de seguridad. Además, la contaminación afecta a algunas instalaciones, como la sede de piragüismo o la Bahía de Guanabara, donde se disputarán las pruebas de vela.
El zika y la seguridad son otros dos aspectos que preocupan en Brasil. El primer hecho hizo especular sobre el uso de prendas de manga larga para evitar el contagio e incluso provocó rumores sobre la ausencia en la Villa Olímpica de deportistas como Rafa Nadal o la selección estadounidense de baloncesto, algo que el tenista español desmintió. Sobre la seguridad, Rivaldo denunció el asesinato de una joven de 17 años en Río y recomendó no viajar los Juegos. Por si esto fuera poco, los servicios de inteligencia brasileños avisaron el mes pasado de la existencia de una amenaza real de Estado Islámico a los Juegos Olímpicos.