Pierzynski entra en un club muy especial

En 1984, durante un partido de la Little League, liga jugada por niños de unos 8 años de edad, un equipo estaba pendiente de que llegará su cátcher para poder empezar a jugar. Como el pequeño no se presentaba, el entrenador decidió que A.J. le sustituyera. Ese niño llamado A.J. fue elegido diez años después por los Twins de Minnesota y debutó en las Majors del año 1998.

Pierzynski ha jugado al béisbol más de la mitad de su vida y a lo largo de tres décadas diferentes. Ha participado en más de 1870 partidos y siempre desde la posición de cátcher. Su peregrinaje por las grandes ligas le ha llevado de los Twins a los Braves haciendo escala en los Giants, los White Sox, los Rangers, los Red Sox y los Cardinals. Como se ve, todas son franquicias de primer nivel competitivo que le han permitido conquistar una serie mundial, un bate de plata y ser seleccionado dos veces para el partido de las estrellas.

A.J Pierzynski es un personaje que no deja indiferente a nadie. Hace unos años, una revista realizó entre 100 jugadores una encuesta anónima en la que se preguntaba por el jugador más odiado. Pierzynski logró 34 votos y ningún otro jugador de las grandes ligas fue votado más de 10 veces.

Su llegada esta temporada a la ciudad olímpica de la Coca-Cola venía avalada porque el año pasado firmó una media de bateo de 0.3 y, sobre todo, por ser la persona ideal para desarrollar todo el potencial de los jóvenes pitchers de los Braves. En el bullpen de Atlanta están encantados con é,l porque no tiene reparos en decir abiertamente qué cosas no se están realizando correctamente para que sean mejoradas.

En abril fue noticia por lograr su hit número 2000. Para hacerse una idea de la importancia de dicho logro baste comentar que sólo 9 cátchers en la historia lo han conseguido, de los cuales cinco son inquilinos del salón de la fama y otro, Iván Rodríguez, se encuentra en capilla en espera de la próxima votación. Sin embargo, así como un esclavo susurraba al oído de los victoriosos generales romanos que, a pesar de los vítores que recibían, recordaran que eran mortales, la húmeda hierba de Fenway Park le jugó una mala pasada provocándole un resbalón que le impidió enviar una bola suelta.

Las peculiaridades de Pierzynski no se circunscriben al diamante ya que en 2005, con la serie mundial recién conquistada con los Chicago White Sox, debutó en el mundo del Wrestling, con la casaca de los Mediass Blancas, en una aparición en la que terminó subiendo al ring y utilizando algún elemento característico del pasatiempo nacional, como un bate o una base, contra algún luchador.

Hoy Pierzynski, respetado padre de familia, siempre que puede acude después del entrenamiento a la escuela a recoger a sus hijos. Más allá de sus extravagancias o de su fama de bronco, lo único claro es que nadie tiene una carrera tan dilatada en la MLB por casualidad. Parece que esta temporada va a ser dura para los hinchas de los Braves y logros como los de su cátcher son rayos de luz en el oscuro sótano de la división este de la liga nacional, lugar que ocupan actualmente. Quién podía suponer que cuando aquel entrenador de niños decidió poner a A.J. de cátcher había nacido una estrella.