Ricardinho, sobre su futuro: "Me quiero quedar en el Movistar"
Lanzó ese mensaje tras la derrota en la final de la UEFA Cup ante el Ugra. Tiene contrato hasta 2019 y su cláusula de rescisión es de 1,5 millones.
Tras la traumática derrota del Movistar Inter en ‘su’ Final Four, su principal estrella, Ricardinho, quiso lanzar un mensaje desde la zona mixta del Multiusos de Guadalajara: “Me quiero quedar en el Movistar”. Al mago de Oporto, que jugó mermado la final ante el Ugra (apenas podía disparar a puerta), se le vio muy afectado tras la derrota ya que el cetro europeo es el único desafío que le falta por cumplir en el club español (lo logró en 2010 con el Benfica). De hecho, en las dos ocasiones en las que el luso ha disputado la UEFA Cup con los azules, tanto la campaña pasada (cuando fue eliminado en ronda élite por el Sporting), como en la final del pasado domingo, no ha podido mostrar su mejor versión debido a los problemas físicos. Y tras la decepción de este fin de semana, repitió su deseo en los micrófonos de El Larguero: “Quiero ser campeón de Europa con el Movistar”. Un reto para el que, por cierto, sólo podría tener oportunidad el año que viene si es campeón de Liga.
Ricardinho tiene contrato con el Movistar hasta 2019 (se le amplió la pasada temporada), pero esas declaraciones llegan después de que hayan aparecido noticias sobre mareantes ofertas para llevarse al astro, tanto desde Portugal como una enorme del Nacional de Zagreb, en la que pagaría dos millones al jugador por cuatro temporadas. En el Movistar siempre se afirmó que nunca recibió tal proposición ni tuvo noticias oficiales.
Los rumores crecieron tras unas declaraciones del portugués al diario Récord en las que afirmaba que "la carrera en fútbol sala es muy corta" y que su familia "no vive de aplausos". Algo que sorprendió en su momento al club telefónico, que siempre ha mantenido la misma postura sobre la salida de su figura: “No se escuchan ofertas”. Eso sí, el jugador portugués cuenta en su contrato con una cláusula de rescisión 1,5 millones de euros y si algún equipo apareciera con ese dinero y convenciera al jugador, poco o nada se podría hacer para impedir su salida.