Las evaluaciones a las que se someten los árbitros en la MLB
Como todo gran deporte que se precie, las exigencias a las que se someten los colegiados en las Grandes Ligas sorprenderían a muchos.
Todos los protagonistas de la MLB son sometidos a duras revisiones y críticas en cada partido, es la cara menos amable del deporte profesional. La presión es inmensa, incluso en una liga tan extensa como la Liga profesional de béisbol americana donde cualquier mala racha es reversible, y esta presión no solo la tienen los jugadores o entrenadores, los umpires tampoco escapan a ella.
La MLB tiene un sistema establecido de evaluación con profesionales del arbitraje que se desplazan a los Parques, revisiones de vídeo, cuestionarios de evaluación, incluso se les incentiva con el dinero extra que supone ser asignado a los playoffs… aunque sinceramente esto no asegura nada, porque al igual que ocurre con los jugadores, una buena temporada, no tiene por qué ser sinónimo de unos buenos playoffs.
Estos profesionales del arbitraje que os comento se dividen en supervisores y observadores, y su función principal es la de “controlar” a los umpires. La diferencia entre ellos es que los primeros tienen contacto con los equipos arbitrales y los segundos no. Intentan asistir al mayor número posible de partidos, y no solo se fijan en las decisiones correctas o incorrectas, sino que también observan la manera en que los umpires se comportan en el terreno, cómo reaccionan, cómo llevan el ritmo del juego, cómo solucionan posibles litigios, o enfrentamientos en el campo. Cada equipo arbitral recibe un informe detallado de su actuación al final de cada serie.
Los umpires pueden incluso visionar una determinada jugada en su vestuario al finalizar el partido, la Liga ha determinado que los vestuarios deben estar equipados de sistemas de vídeo con este propósito.
Por falta de personal, no todos los Estadios pueden ser cubiertos por observadores y supervisores, por lo que algunos partidos se analizan mediante un sistema denominado SURE (Supervisor Umpire Review and Evaluation), el partido se cubre en diferido mediante vídeo, jugada a jugada.
Es muy raro que un umpire sea suspendido de arbitrar el próximo encuentro al que ha sido asignado, y si ocurre suele ser en la gran mayoría de los casos, por problemas de comportamiento, como un altercado con un jugador o entrenador, y no por un fallo a la hora de juzgar un strike o ball.
El hecho de que los umpires tengan su puesto casi fijo una vez que llegan a la MLB irrita a entrenadores y jugadores, muchos de los cuales tienen su trabajo pendiendo de un hilo cada temporada, y no se pueden permitir bajar la guardia en absoluto. Llegar a la MLB como umpire es algo dificilísimo, la tasa de reemplazo es una de las más bajas de las ligas profesionales, y les cuesta llegar a Las Mayores el doble de tiempo que a cualquier jugador, por lo que la Liga dice que su tasa de fallos es pequeña en proporción al número de jugadas que deciden en cada encuentro, y se ha invertido gran cantidad de tiempo y dinero en ellos como para expulsarles por una “mala temporada”, también tengo que decir que los fallos de mecánica y posicionamiento pesan más que las decisiones propiamente dichas.
Ser unos de los 68 umpires con un contrato a tiempo completo en la MLB es obviamente pertenecer a la élite mundial del arbitraje. Es más, ser uno de los 25 umpires provenientes de la Triple A que llegan a dirigir encuentros durante el Spring training, es una verdadera hazaña, y detrás de cada historia hasta llegar al olimpo arbitral del béisbol, hay suficiente material para hacer una película dramática, con media vida pasada en la carretera, lejos de la familia, y por salarios no muy boyantes.
Pero aun siendo ciertas las razones que se exponen desde el estamento arbitral, por mi parte creo que aunque la tasa de fallos sea baja, no me parece normal que en una de las mayores ligas profesionales del planeta los umpires estén tan protegidos, En la MLB deben estar los mejores, no los mejores y alguno que lleva 20 años y no lo hace tan mal, eso no es ni justo ni lógico … como por otro lado tampoco es lógico, y es incluso un poco masoquista hacer arbitrar a alguien a simple vista, y después evaluarlo con todos los medios tecnológicos a tu alcance.