Red Sox, luces y miedos sobre el diamante de Fenway
Boston gana contra los Rayos y esta noche intentará arrebatar la serie a Tampa Bay, pero todavía hay muchas cuestiones por resolver.
Robert Redford gozaba el pasado sábado del sol y de unas de las primeras tardes tibias que Fenway Park brindaba a sus aficionados, mientras tomaba una fresca copa de vino, obsequio de su amigo y dueño del conjunto bostoniano, John Henry. Price guiaba la tropa a una excelente victoria que puso los Red Sox en magnifica posición para ganar la serie contra los Azulejos de Toronto. Sin embargo, un par de días después la temperatura improvisamente volvió a bajar y no solamente refiriéndose a los termómetros. Tres derrotas seguidas y tal vez más que un aficionado se preguntó si hubiese sido posible contratar al legendario Roy Hobbs. El personaje interpretado por el actor californiano en "El mejor", la mayúscula película que puso en pantalla la magistral y homónima novela de Bernard Malamud.
El destrozo del martes contra los Rayos puede haber marcado un punto de inflexión en la temporada de las Medias Rojas. Las alarmas sonaban bastante fuerte en el vestuario y en el despacho del director general Dave Dombrowski. Después haber registrado solamente dos outs, el abridor Joe Kelly bajó del montículo con molestias en sus espaldas y pocos minutos después su nombre venía apuntado en la lista de lesionados. Los relevos fueron extraordinarios pero el ataque no pudo marcar ni siquiera una carrera hasta que, finalmente, en la parte alta de la décima entrada los Rayos rompieron el marcador. El bullpen, que debería ser unos de los más destacados de la Mlb, hasta aquí ha entregado tramos consistentes todavía Kimbrel y, sobre todo Uehara, no están en sus mejores momentos.
Con Kelly en la lista de lesionados, el conjunto de Massachussets tendrá que apostar por un lanzador del filial. De hecho, Eduardo Rodríguez sigue en el periodo de rehabilitación y volverá a mitad del mes de mayo. Las opciones son representadas por tres zurdos: Henry Owens, Brian Johnson y Roenis Elias. Owens parece ser el que cogerá la pelota en Houston el domingo. Henry cosecha una ERA de 1.00 pero le cuesta tomar solidez a la hora de disparar su bola rápida en el área de strike. Johnson ha pasado atreves de una contusión en el dedo gordo del pie durante los entrenamientos de primavera, mientras Elías, que de los tres es él que tiene más experiencias, está teniendo problemas de control.
Por cierto, el éxito de ayer ha sido acompañado por muy buenas noticias. Sin embargo, solamente en las próximas semanas podremos hacernos una idea más clara sobre el destino que tomará este equipo. ¿Hasta dónde se encarrilará el pelotón de Farrell? Ahora solo los magos sabrán si hasta una temporada mágica como la del 2013 o hasta el fracaso que se produjo en el 2014 y en el 2015.
Mientras tanto, Rick Porcello ha ofrecido una noche de substancial descanso a sus relevos y ha logrado su tercer premio máximo de la temporada. El éxito del ex jugador de los Tigres de Detroit será fundamental, como la conducta de Buchholz. Clay ha empezado la temporada con 2 partidos muy problemáticos antes de mostrar buenos señales el lunes, en una batalla que hubiera podido sellar la victoria en la serie contra Toronto, si no hubiese sido por el fracaso de Uehara. Wright, teóricamente el sexto hombre de la rotación, está siendo muy fino, quizás el mejor del curso, pero nunca ha sido respaldado por su ataque y todavía no suma triunfos.
Dicho de Porcello, se registraron otros detalles muy importantes y positivos. El ataque de los Red Sox había producido un mínimo de seis carreras en 5 de los primeros 6 partidos de la temporada, incluyendo la espectacular caída contra los Baltimore Orioles en el estreno de la nueva campaña en la sombra del monstruo verde. En los siguiente siete, el promedio de runs ha bajado a solo 3,4 por encuentro. Anoche el electrónico señalo 7 “tantos”.
El Boston Globe incluso cuestionaba uno de los líderes del equipo, Dustin Pedroia. El pelotero de origen suizo preocupa porqué estas sufriendo muchos doble juegos en estas primeras semanas. Metiendo su cara delante de las cámaras, algo a lo que nunca se escapa, ha rogado paciencia. Mookie Betts, que arrancó mostrando una colosal actuación en Cleveland, en las últimos 5 partidos (21 aparición en el box de bateo) había sumado dos imparables y había empujado dos carreras, incluso nunca había cruzado el home-plate. Ayer volvió a ejecutar al máximo nivel, ahora procurará encontrar solidez a largo plazo. Xander Bogaerts se presentó en el batting box en plena mala racha (0 de 14). El holandés reaccionó y conectó un hit que abrió el marcador y concluyó su noche con otro imparable y 2 runs.
Hasta ahora la seguridad ha sido representada por el acierto de David Ortiz que sigue siendo el grande referente del ataque bostoniano. El dominicano enchufó un par de dobles, lleva ya 7 en el curso, y sumó otro 3 RBI (reúne ya 13). Esta tarde cierra el homestand con un partido en el cual David Price se enfrentará a sus viejos compañeros. El zurdo saldrá en la colina para ganar su tercer partido. El pitcher contrincante será Jake Odorizzi que acaba de parar de manera sensacional a los White Sox de Chicago. Vencer a los Rayos permitiría enfrentar el viaje hacia Houston con más certitud y la ilusión de poder construir algo muy dulce y especial.