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NEW ENGLAND PATRIOTS

¿Football o rugby? Nate Ebner, de los Patriots, dice: "los dos"

El jugador de New England quiere ser parte del equipo estadounidense de rugby que va a ir a los Juegos Olímpicos de Río 2016 en honor a su padre.

Madrid
Nate Ebner, con la selección de Estados Unidos de Rugby sevens.
ESPN

Una cuestión que he tenido que afrontar muchas veces como seguidor del football, de la NFL, es: "¿pero eso no es como el rugby, aunque más cobardicas y por eso van con cascos y protecciones?". Sospecho que no he sido el único de los fans de este deporte en tan cansina tesitura. Hubo un tiempo en que traté de explicarlo pero, tras infructuosos intentos, pase a modo "sí, justamente eso" y carretera.

Sin embargo, hay un jugador de los New England Patriots que, a buen seguro, ha tenido que responder a la misma pregunta, aunque con el lado despectivo de la balanza en sentido opuesto al mío, varios cientos de veces más. Se trata de Nate Ebner. Este safety, que pasa la mayor parte de su tiempo en un campo de la NFL jugando en equipos especiales, quiere ser parte de la selección estadounidense de rugby 7 que va a acudir a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

De hecho, aquí podéis comprobar como se las gasta en un campo de rugby:

La historia de Ebner merece ser contada. Hasta los 17 años se dedicó al rugby en cuerpo y alma. Su pare era jugador del deporte y le metió el gusanillo de practicarlo. Tanto como que llegó a ir a Europa en gira con sus compañeros juveniles norteamericanos para competir en Gales, Escocia o Inglaterra. Pero, a la vez, desarrolló un gran amor por el football.

Cuando le llegó la época de elegir universidad tuvo una oferta de beca de Ohio State, una de las grandes potencias del fútbol americano universitario, y dudó sobre que camino tomar. Se lo contó a su pare y este le dijo lo siguiente: "haz lo que entiendas mejor, lo que quieras, pero comprométete al cien por cien con ello".

Trágicamente, esa fue la última conversación de Ebner con su padre, que murió asesinado en un robo a la tienda en la que trabajaba. Eso marcó para siempre al chaval, que decidió perseguir su sueño de jugar en la NFL, algo que ha conseguido.

Sin embargo, pasados los años no se ha olvidado de su amor por el rugby y de cuanto le gustaría a su padre verle en unos Juegos Olímpicos defendiendo a su país en el deporte que amaba.

Las opciones de Ebner no son pequeñas, ha dicho el seleccionador norteamericano. El día 15 de julio sabrá si cumple su segundo sueño deportivo tras haber logrado ser un jugador de la NFL. Y es que ambos deportes son muy distintos, pero la pasión necesaria para jugarlos al máximo nivel es idéntica, y Ebner la tiene.