El Wrigley Field de los Cubs se moderniza a lo grande

Cuando se habla de estadios venerables, instalaciones que han superado el siglo, normalmente se esperan ciertas incomodidades que, por supuesto, se compensan por estar presente en un lugar histórico, algo que no abunda en el deporte de hoy en día.

Después de haber sido criticado a lo largo de los años y con comparaciones que, digamos que no eran ni exquisitas ni afortunadas, la familia Ricketts acometió un ambicioso plan de renovación tanto del mítico Wrigley Field como de sus alrededores.

Lo cierto es que después del tour al que han tenido acceso los medios de comunicación por los interiores del estadio, sólo se puede decir que uno que se ha quedado maravillado por lo que se ha conseguido.

Normalmente los sótanos suelen estar asociados a lugares oscuros y que no son la alegría de la huerta, pero lo logrado por los Cubs contradice esta creencia.

Desde un despacho para Joe Maddon, que tiene una nevera específica para las botellas de vino, de lo que es un gran entendido, pasando por un vestuario circular en el que todos, superestrellas y otras que no lo son tanto, reciben el mismo trato y que también tiene el aspecto de un club nocturno, hasta llegar a todas las innovaciones y comodidades que se puede esperar de una instalación deportiva de alto rendimiento en 2016. La verdad es que les ha quedado de maravilla.

El club ha comentado que las nuevas instalaciones puede que sean cómodas, pero que serán el catalizador para un título. Si esto no ayuda, no sé que puede.