La NFL descansa pero no se duerme

Parece mentira cómo han cambiado las cosas. Hace no mucho tiempo, la NFL era como un oso que, una vez pasada la Pro Bowl, hibernaba largo tiempo. Se desperezaba un poco cuando llegaba el draft y volvía a su letargo hasta que se iniciaba el training camp. Hasta daba tiempo de tener ligas paralelas, como la NFL Europa, para realizar un seguimiento especial a valiosos prospectos…

Todo esto ha concluido y hasta uno tiene un sentimiento de culpa por haber desconectado durante dos meses, poniendo muy poca atención al combine, la agencia libre y el resto de actividades que han mantenido el liderato informativo del fútbol americano profesional en la prensa americana. No deja de ser curioso que, hace una semana, con el inicio de la liga de béisbol y los Warriors persiguiendo el mítico récord de los Bulls, los titulares de los principales portales deportivos destacaran los intentos de los Denver Broncos por hacerse con los servicios de Colin Kaepernick.

Podríamos destacar miles de cosas en las últimas diez semanas pero, al menos a mí, la nota que más me llama la atención es el inesperado cambio en la posición de quarterback en Denver. Uno abre la página oficial de los Broncos y no deja de sorprenderse de ver en la columna “QB” del depth chart el apellido Sanchez, en lugar de Manning u Osweiler. La retirada del primero era previsible, pero la marcha del segundo a Houston ha sido impactante. Osweiler, responsable también del triunfo final en la Super Bowl, gracias a liderar a los Broncos a victorias en la prórroga sobre New England y Cincinnati en la temporada regular, acabó perdiendo en algún sitio la confianza de su club (probablemente ante San Diego) para terminar recalando en unos Texans que lo han recibido con toda la ilusión del mundo.

Poner en duda los procedimientos de John Elway es temerario. El que fuera gran líder del ataque de los Broncos ha demostrado que también sabe cómo hacer funcionar un equipo desde los despachos. Sin embargo, la parsimonia de Denver en la búsqueda de un quarterback para la campaña 2016 no deja de ser, cuando menos, extraña. ¿Cómo acabará el asunto? ¿Sacará Elway otro sensacional pasador de su inacabable chistera de trucos? ¿Apostará de nuevo por la defensa como gran arma para revalidar el título?

Las respuestas las tendremos en cualquier momento. Por este motivo y por muchos otros, no podremos desconectarnos ya de la NFL durante los próximos diez meses. Yo, al menos, me propongo estar cada martes al pie del cañón, pensando qué puede ocurrir.

1. Pienso que Kaepernick no puede venir a los Broncos a cualquier precio. Denver tiene que calcular muy bien la operación.

2. Pienso que Nate Washington puede dar muchas tardes de alegría a Tom Brady.

3. Pienso que el caso de Josh Gordon es de aquellos en los que vale la expresión “talento desperdiciado”.

4. Pienso que con Osweiller y Lamar Miller los Texans, al menos hoy, a mediados de abril, son favoritos para repetir como ganadores de su división.

5. Pienso que todos los jóvenes entrenadores –sean del deporte que sean- pueden aprender mucho de Ron Rivera. Yo el valor que más admiro en él es la cercanía con sus jugadores.