Kansas City Royals tienen en sus filas al equivalente de Superman detrás del plate. El venezolano Salvador Pérez tiene una increíble capacidad para estar siempre disponible para Ned Yost y existe una gran comunicación con los pitchers generada a lo largo de los años. Que sea capaz de anular el juego del carrera rival no viene mal ni tampoco un bate que le hizo ser MVP de las pasadas Series Mundiales. Sin embargo, sería interesante que los Royals no recurrieran de forma tan intensiva a sus servicios a pesar de tener únicamente 25 años. Una ausencia prolongada sería catastrófica para las posibilidades del club y para evitar ese escenario, llegar un suplente capaz como Tony Cruz, para darle ese más que merecido descanso al gran Salvador Pérez.
Infielders ***
Outfielders ****
Bateador designado y banquillo ***
Rotación de pitchers ***
Bullpen *****
Los Royals han originado una forma de pensamiento que intenta ser copiada por el resto de las franquicias de la MLB. Ahora queda por saber si serán capaces de recrear estos éxitos. A pesar de la lesión (y baja) del antiguo closer Greg Holland y la marcha de Ryan Madson, el bullpen volverá a ser formidable con la presencia del enorme Wade Davis en la novena entrada. La situación no mejora en séptima u octava con Herrera o Soria y la enorme cantidad de brazos efectivos como Danny Duffy, Luke Hochevar o la polivalencia de Kris Medlen, volverá a ser un arma de primerísimo nivel a disposición de Ned Yost. Kansas City demostró que se puede llegar muy lejos con un bullpen estelar y una rotación del montón y volverán a intentarlo en 2016.
Altas y bajas ***
Las necesidades del club son cubiertas
La franquicia ha mostrado una gran voluntad de invertir el dinero necesario a lo largo de las últimas temporadas y, prueba de ello, ha sido los numerosos movimientos en la agencia libre a la hora de cubrir huecos en la rotación (Kennedy), en el outfield (Gordon) y más brazos para el bullpen (Soria). De esta manera, los Royals alcanzan el presupuesto más alto de toda la historia del club y superarán los 130 millones de dólares cuando dos años antes estaban por debajo de los 100. En Kansas City saben que su ventana de oportunidad se cierra en dos años y es cuestión de aprovecharla aquí y ahora.