ATLETISMO | MUNDIALES DE PORTLAND
'Centro', el robótico de Oregón descifró el 1.500 y ganó el oro
El estadounidense ganó la final de milqui gracias a su gran manejo de la táctica. Plata fue el checo Holusa y bronce el neozelandés Willis.
Con zancada corta y cómoda, el estadounidense Matt Centrowitz, residente en Eugene, siempre se asoma a la cabeza de las carreras de 1.500 cuando faltan 500 metros. A partir de ese momento inicia un cambio progresivo, que parece hacer con facilidad, mientras el resto de sus rivales se retuercen para seguirle. Parece un robot. Ese es el modus operandi, de Centro, la locomotora de la Universidad Oregón, que ayer alzó los brazos como campeón del mundo bajo techo en Portland, a 200 kilómetros de donde estudió.
Esta vez, el trabajo lo hizo el valiente neozelandés Nicholas Willis, el hombre que siempre está ahí en el 1.500, que ayer fue lentísimo (2:37 los 1.000 metros). Centro había iniciado su cambio mecánico de cuando queda un tercio de carrera, pero el oceánico se abalanzó sobre su estela y en un exceso de fuerza lo adelantó. A partir de ahí, el robótico Centro sólo tuvo que seguirle y hacerse con el oro. Fácil y suelto. Así es el neoyorquino, formado en Oregón, que coronó esos últimos 500 metros en 1:06 para acabar en 3:44.22. Nada pudo hacer Holusa, el checo que quiso cazar el oro en los cuadros y firmó la plata. Y Willis miró con el bronce en su cuello el estilo programado de Centrowitz, que dejó fuera de combate a Souleiman, defensor del título, que gripó desesperado y quedó último.
“Es asombroso, la final estaba llena de atletas muy fuertes y pude ganar. Cuando cambió tan fuerte Nick Willis me mantuve relajado, quería estar cómodo porque sabía que la gente me iba a poner en una buena posición. Si estoy en una carrera, hay que tener cuidado conmigo en la última vuelta”, comentó Centrowitz Jr, porque es hijo de un excelente millero de los 80, que también se formó en Oregón.