COPA DE ESPAÑA | MOVISTAR 8-PALMA 0
El Movistar Inter, a semifinales con el modo apisonadora
Los madrileños pasaron por encima del Palma (8-0) en una segunda parte tremenda. Borja, Ortiz y Rivillos, sublimes. Los baleares aguantaron 20 minutos.
Puede que con el recuerdo de la eliminación en cuartos de 2015, el Movistar no dejó opción a la sorpresa y se clasificó con autoridad para las semifinales de la Copa de España. Por el camino dejó (destrozado) a un Palma (8-0) cuyo plan sólo funcionó en la primera mitad, pero que acabó sucumbiendo ante una apisonadora azul donde, sin Ricardinho excesivamente brillante (sale de una lesión), fueron los Rivillos, Ortiz, Daniel o Borja los que asumieron más responsabilidades en una segunda parte magnífica.
Y eso que apuntaba a partido igualado en los primeros 20 minutos, con un Palma sin complejos, capaz de jugar de tú a tú al líder de la LNFS. Era Bruno Taffy el que más peligro llevaba de los baleares, mientras que los madrileños parecían no encontrar el sitio. Sin sus dos pivotes, Humberto no jugó y Cardinal sólo la segunda parte, dejaba a los alas, caso de Rivillos o el propio Ricardinho, sin apoyos en la salida. Velasco recurrió a Darlan para esa función, y el joven brasileño fue mejorando con el paso de los minutos.
Aún así, el gol de Rafael pareció quitar un peso de encima a los de Torrejón. El brasileño, quizá el más inspirado hasta entonces, cazó un rechace para poner en ventaja a un Movistar que, por lo demás, no era capaz de tomar el mando. Ricardinho tampoco lograba desbordar, a pesar de que intentó el gol que logró con Portugal en Serbia al primer minuto de partido. El luso, esta vez, tuvo más voluntad que acierto.
En la segunda parte todo cambió en apenas un minuto. Borja culminó una gran jugada de Rivillos y Ortiz (qué gran partido de los tres), y el propio capitán, con un misil, dejaba un 3-0 que cayó como una losa para un Palma que a partir de ahí no pudo hacer nada… salvo admirar la exhibición. Darlan, Rivillos de penalti, Daniel con una definición preciosa, de nuevo Borja (que escuchó gritos en la grada de ‘¡Borja, Selección!), otra vez Rafael… Los goles fueron cayendo y Velasco, dando descanso a sus piezas claves, a la vez que oportunidades a jóvenes como Marquina, Raya o Álex González. A esas alturas, el mensaje estaba mandado: el Movistar es una apisonadora.