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AGENCIA LIBRE

Toda la locura del día de la agencia libre en un artículo

En apenas cinco minutos cambió el ataque, por completo, de los Texans, y se puso en marcha un aleteo de mariposa que promete huracanes.

Actualizado a
John Elway, un órgado que no salió bien.
USA Today

Antes de nada, si queréis saber que sucedió ayer en la agencia libre de la NFL que hoy se abría (perdón por la paradoja, pero así está montado este negocio) podéis leerlo aquí. Ahora sí, vamos con el mogollón.

Qué diez minutos han vivido los seguidores de los Houston Texans. Cuentan como cero victorias y cero derrotas, pero que les quiten lo bailao. La excitación y la adrenalina de estar dominando la agencia libre de la NFL es algo que también tiene su valor estético, su valor intrínseco. Espero que lo hayan disfrutado. Porque en un periodo de tiempo ínfimo supimos que Brock Osweiler y Lamar Miller trasladaban su residencia a Houston.

El QB aceptó la oferta de los Texans tras superar el órdago que le echaron en Denver. Le ofrecieron 12 millones, se sintió insultado, rompieron negociaciones y se fue a negociar con Houston. Elway, presidente de los Broncos, debió pensar que no recibiría mejor oferta, y estaba equivocado. Su ya nuevo equipo le ofreció entorno a 18 millones de dólares al año que, millón arriba millón abajo, es lo justo tal y como está el mercado, y cuando quisieron volver a sentarse con él para hacerle una contraoferta ya era tarde.

El corredor dejó Miami con 14 millones asegurados en un contrato de cuatro años y 26 millones, 6,5 por año. Tras salir del mercado, los Jets hicieron su movimiento, pues habían perdido a Chris Ivory con los Jaguars, y se quedaron con Matt Forte. Sin embargo, el movimiento más importante fue el de los Bucs, que mantuvo a Doug Martin con 6,5 millones al año.

Los Broncos no sólo perdieron a Osweiler y Manning, o a Malik Jackson en el día de ayer, sino que también han visto partir a Danny Trevathan, que se ha establecido en Chicago. Ya se sabía que la agencia libre en Denver iba a ser complicada, pero esto es quizás excesivo.

El movimiento en los receptores fue bastante anterior. Marvin Jones, quizás el más renombrado de ellos, se quedará ocho millones por año en los Detroit Lions. Su compañero en los Bengals, Mohamed Sanu, prefirió a los Falcons sobre los Patriots. Travis Benjamin fue el primero en elegir destino, y fue sorprendente: los Chargers.

Los tight ends también tuvieron su cuota de protagonismo, aunque con menos excitación tanto por el nivel de los implicados como porque el que más nombre tenía, Antonio Gates, ha decidido quedarse en los Chargers. Los que sí van a cambiar de aire son Benjamin Watson, a Ravens, y Ladarius Green, que se iría a Pittsburgh a llenar el tremendo vacío dejado por Heath Miller.

Un fichaje que puede tener un enorme peso es el de Alex Mack por los Atlanta Falcons. Nada menos que unos 10 millones por un center, sí, pero quizás el mejor de la liga y una pieza fundamental para que una línea pueda funcionar. Los Falcons, con Mack y Sanu, han apostado claramente por mejorar un ataque que dejó mucho que desear en la segunda parte de la temporada pasada. En más noticias de hombres de la línea, Alex Boone ha abandonado San Francisco por los Vikings.

Otra de las grandes sorpresas del día, al menos para el que esto firma, es la de Damon Harrison firmando por los Giants. El gigantesco nose tackle de los Jets no cambia de ciudad, pero se une a una defensa en la que se ha dejado un montón de dinero en un par de horas. Porque a los más de 46 millones que se le han prometido (la mitad, más o menos, garantizados) a Harrison hay que sumar el increíble contrato que ha sacado Janoris Jenkins en el mismo equipo: 12 millones al año, 62,5 en 5 temporadas. Sólo Revis tiene un contrato mayor que él en la posición de cornerback. Una enormidad lo que los Giants han gastado en defensa.

Claro que eso estaba escrito antes de saber que Olivier Vernon, uno de los pass rushers más perseguidos de este periodo, también se ha metido en los Giants, ojo, con un contrato de 85 millones de dólares por 5 años, con 52 millones garantizados. Absolutamente monumental, impresionante. Los Giants han apostado el todo por todo en la defensa y no se han dejado nada en la billetera. Mucho riesgo, sí, muchísimo, pero sólo los valientes ganan. O eso dicen.

Un compañero de Jenkins en la secundaria de los Rams, Rodney McLeod, también ha hecho caja a lo grande, pues se ha ido a los Eagles a jugar de safety por 37 millones por 5 años, 17 de ellos garantizados. Lo que Philadelphia ha invertido en el puesto no es moco de pavo, porque a Malcolm Jenkins le ha dado un dinero similar.

Ha sido un gran año, comercialmente hablando, para el puesto. Quizás debido a que cada vez es más importante o a que el draft no viene cargado de ellos precisamente, pero el caso es que los Bengals se dejaron la piel, y la billetera, para mantener a George Iloka. Y los Cardinals, que tienen un buen grupo de jugadores en la secundaria y en la posición, han añadido al ex Chief Tyvon Branch.

Quedan por subrayar tres renovaciones en líneas defensivas que merecen nuestra atención: Charles Johnson en Carolina, Haloti Ngata en Detroit e Ian Williams en San Francisco.

Y, ya que estamos, una mínima reseña del mercado de QBs suplentes: Chase Daniel a los Eagles, Matt Cassel a Titans y Matt Schaub a los Falcons.

Esto no se ha acabado. Permanezcan atentos a esta pantalla, amigos.