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Prácticas de Primavera

Céspedes goza de la vida en tres y cuatro ruedas

A un mes de firmar un contrato por 75 millones de dólares por 3 años, el jardinero cubano de los Mets ha presumido su colección de autos personalizados.

Actualizado a
Uno de los coches de Yoenis Céspedes.

Tiene 30 años, es soltero, aunque tiene un hijo de 6 años al que no ve desde hace cuatro, vive en la isla de Manhattan y disfruta su soltería al máximo. Así es Yoenis Céspedes, el pelotero cubano y jardinero de los Mets de Nueva York que no teme demostrar en público cómo goza de una vida que lo llevó de las limitaciones a prácticamente tenerlo todo.

Un contrato valuado en 75 millones de dólares por tres años firmado a principios de año con los Mets sin duda hizo feliz a Céspedes, quien ha llegado a las prácticas de primavera en Florida con un auto personalizado prácticamente casi todos los días.

La demostración de su amor por los autos modificados inició el pasado 25 de febrero, cuando llegó a la práctica de los Mets en una camioneta Ford F-2 color blanca con llantas Monster Truck. Esa camioneta, cuyo valor es de 60 mil dólares con la adaptación de los neumáticos, resultó ser un modelo modesto cuando Céspedes llegó a las prácticas dos días después a bordo de una moto de tres ruedas marca Polaris Slingshot de color gris con rojo, adaptada para dos pasajeros y con precio de 61 mil dólares.

El 24 de febrero, al estacionamiento de los Mets arribó un Lamborghini Aventador negro con arreglos en azul que en el mercado se valúa en más de 400 mil dólares con las adaptaciones hechas para el pelotero cubano.

Al día siguiente, Céspedes manejó un Alfa Romeo 8C Competizione valuado en 250 mil dólares, luego un Jeep de carrocería clásica en color blanco con rines rojos y que tenía como distintivos el número 52 que usa en el cofre y con los asientos en color rojo con líneas blancas que asemejan las costuras de una pelota de beisbol.

El precio del Jeep se desconoce, pero barato seguramente no lo es. Quizá para Céspedes, que lo último que ha presumido fue otra motoclicleta Polaris Slingshot adaptada para dos asientos, pero ésta en colores blanco y negro que tiene en el cofre un trébol de cuatro hojas y la frase “Live Lucky” (Vive con Suerte), cuyo precio en el mercado es de 61 mil dólares.

Para algunos, estos autos quizá representan un consumo compulsivo de una persona que pasó de andar en bicicleta en Cuba a tener millones de dinero en las manos prácticamente de un día a otro.

Para Céspedes, quien llegó a Estados Unidos en 2011 tras desertar de Cuba para firmar un contrato por 4 años y 36 millones de dólares en 2012 con los Atléticos de Oakland, quizá se trate sólo de gastar en un gusto por tener la posibilidad de hacerlo.

Coleccionar autos no resulta barato y menos si éstos son personalizados, pero Céspedes probablemente lleve una buena administración del dinero que ha ganado los últimos cuatro años que le permita divertirse con este pasatiempo.

Y la compra de un cerdo de aproximadamente 130 kilos que ganó hace unos días un concurso de rancho en Florida es, sin duda, evidencia suficiente que indica que Céspedes goza la vida al máximo desde hace cuatro años.