¿Preparador de wide receivers en los Colts? Ponme dos tazas
Indianapolis afrontó la temporada 2015 con dos entrenadores para su línea ofensiva. Visto el “éxito”, han decidido aplicar el modelo a sus receptores.
El año 2015 se les hizo largo a los aficionados de los Indianapolis Colts. Es lo que ocurre cuando el equipo decepciona y la prensa se llena de noticias sobre la pelea constante entre el general manager y el head coach. Una de las pocas esperanzas que les quedaban es que, una vez terminada la temporada, habría limpieza en el front office. Pero primero se renovó a Chuck Pagano, el entrenador y, sobre todo, el general manager Ryan Grigson sigue en su puesto. ¿Habrán aprendido al menos de sus errores, cabría esperar? Si hay que hacer caso de sus últimas decisiones, conviene no ilusionarse demasiado.
Una de las muchas rarezas del equipo de entrenadores de los Colts en 2015 era que contaban con dos preparadores para la línea ofensiva. O más concretamente, dos preparadores para la línea ofensiva con el mismo rango. Que el offensive line coach tenga un assistant offensive line coach (un ayudante, en román paladino) es muy habitual. Especialmente si el primero asume además otras funciones dentro del equipo, una situación que también es frecuente.
Pero que un equipo tenga en su cuerpo de entrenadores a dos personas con el mismo cargo y, al menos en teoría, el mismo rol, eso ya es más extraño. Si nos fijamos en los resultados, tampoco parece muy efectivo. La línea ofensiva de los Colts fue en 2015 un desastre sin paliativos. Fue mediocre a la hora de proteger a su quarterback y una de las peores de la liga generando yardas de carrera.
Pagano lo sabe y eso ha tenido consecuencias para los dos preparadores. Uno de ellos, Hal Hunter, trabaja ahora para los Cleveland Browns. El otro, Joe Gilbert, ha sido degradado. Seguirá trabajando con la línea de ataque de los Colts, pero ahora será sólo el ayudante del nuevo responsable de esta unidad, Joe Philbin, despedido a mitad de temporada de los Miami Dolphins. Philbin será a la vez el ayudante de Chuck Pagano. Jerarquías claras, como es habitual en la NFL, una liga poco amiga de estructuras horizontales más de moda en los sectores más innovadores de la economía.
¿Lección aprendida? Por supuesto que no. Que al fin y al cabo estos siguen siendo los Colts de Jim Irsay y Ryan Grigson. El mismo Jim Irsay que renueva a Pagano sin contar con Grigson, y el mismo Grigson que contrata coordinadores ofensivos sin contar con Pagano.
En 2016 Indianapolis repetirán experiencia, pero esta vez con los wide receivers. El pasado 9 de febrero los Colts hicieron oficiales la contratación de cinco nuevos preparadores. Entre ellos, Lee Hull, hasta este año entrenador jefe de la modesta universidad de Morgan State, con sede en Baltimore. Lee Hull se hará cargo de preparar a los wide receivers. Hasta ahí todo normal. Si no fuera porque los Colts todavía tienen en nómina a Jim Hostler, preparador de wide receivers en 2015, y que según los medios de Indianapolis seguirá entrenando a los receptores en 2016.
Otro de los fichajes confirmados hace unos días fue el de Andrew Hayes-Stoker como ayudante del head coach (puesto que compartirá con Philbin, por cierto). Hasta ahora, Hayes-Stoker ha dedicado su carrera a entrenar wide-receivers. La prensa ya ha dejado caer que muy probablemente se involucre también en el desarrollo de los receptores de Indianapolis. ¿Qué no querías duplicidad de puestos? Pues toma dos tazas.
Los Colts tienen en su plantilla a TY Hilton, Philip Dorsett y Donte Moncrieff, tres wide receivers jóvenes y que prometen alegrías durante muchos años. Todavía no ha empezado oficialmente la temporada 2016 y los aficionados de Indianapolis ya tienen un nuevo motivo para rezar: que este nuevo experimento no estropee una de las pocas unidades en el equipo que realmente funciona.