Los veteranos caen como moscas: turno de Matt Forte

El próximo nueve de marzo comienza la temporada 2016 de la NFL. Es el día en el que la actividad "vuelve" a la liga y en la que se da el pistoletazo de salida a la agencia libre. Es uno de los días más divertidos, para mí, de todo el calendario. Pero hasta llegar a ese punto tenemos que pasar por un trago amargo para muchos de los veteranos que pueblan la liga, gente que ha sido muy útil, y que puede seguir siéndolo a un precio razonable, y que serán despedidos por sus equipos.

Ya hemos tenido algunos ejemplos notables. Jahri Evans ha sido un línea ofensivo extraordinario para Drew Brees en los Saints, pero le han mandado al paro en Nueva Orleans. Geoff Schwartz y Will Beatty no volverán a proteger a Eli Manning en los Giants, y el linebacker Jon Beason incluso se ha retirado tras saber que en Nueva York no cuentan con él.

El gran nombre de hoy es Matt Forte. Los Chicago Bears le han confirmado que no le harán ninguna oferta de renovación. No es que sea un corte, como los anteriores, pues cumplía contrato, pero sí que es un adiós amargo. Esperado, pero amargo.

Forte llegó a los Bears en el año 2008 procedente de la pequeña universidad de Tulane. No se le atisbaban hechuras de gran estrella, pero su enorme profesionalidad y conocimiento del juego le llevó a convertirse en el segundo mejor corredor de la historia de la franquicia, tan sólo por detrás del mítico Walter Payton.

Tiene 30 años, que es una edad ya muy peligrosa para los corredores, pero es fácil que encuentre su acomodo en la NFL, cosa que va a perseguir. Pero no deja de dar lástima como se va de los Bears sin que nunca le llegara la posibilidad de pelear por el título. Ni siquiera rozarlo. Sí que pudo, al menos, sacarle todo el jugo al gran contrato que pudo firmar en su carrera: en 2012 le dieron 30 millones por cuatro años y ha sido capaz de hacer honor hasta el último céntimo del mismo, cosa nada habitual.

No será el último veterano que dirá adiós a su equipo estos días en medio de comunicados cruzados de agradecimiento. Algunos serán sinceros y otros no. La relación entre Chicago y Forte es de las primeras, eso es seguro.