Ciobanu y Hombrados, una pareja eterna de porteros
Con más de 40 años, ambos siguen en activo y disfrutando del balonmano. Él en el Guadalajara y ella en el Alcobendas.
Hoy tienen la misma edad, 43 años, aunque Joseja cumplirá 44 en abril. Los dos son porteros, y ambos han sido medallistas olímpicos con España, y se resisten a colgar la camiseta, aunque el madrileño apunta que “la vida del deportistas es un ciclo, que empieza y termina, y estoy en el final”, dice, aunque no sabe “cuándo será ese final”.
Mihaela, rumana afincada en España y en Madrid, dejó el balonmano en 2012 con la medalla de bronce olímpica, pero regresó “para optar a estar en los Juegos de Río; es complicado, porque el equipo está definido, pero nunca se sabe”, y recuerda que se entrena cada día para estar en forma “como se puede ver en los partidos del Alcobendas”.
No se puede decir que ellos jueguen por dinero, porque en este momento de la crisis el balonmano es para ambos un contrato complementario, el segundo trabajo. “Por eso es difícil que ya me mueva; estoy establecido y con un trabajo en Madrid, y jugar en Guadalajara es seguir con mi pasión”, expone el portero, mientras que ella echa sus cuentas: “Me pongo en marcha a las seis de la mañana; trabajo, me echo una siesta de una hora, preparo a los porteros, me entreno yo, y me acuesto a las doce de la noche. Ese ritmo, cuando llevas 30 años en esto, no sé si es bueno para mi cuerpo”.
De los Hispanos, Hombrados señala que “es una Selección fiable; la única que ha estado en las semifinales de los últimos cuatro grandes campeonatos. Y, además, nos da tanto que ya ganar una medalla de plata en un Europeo nos parece poco. Me gustaría seguir con ellos, estar en la Selección, pero es evidente que mi tiempo ha pasado”.
De las Guerreras, que sí tienen el pasaporte a Río, Mihaela considera que “tuvieron mala suerte en el Europeo, porque la fortuna en los cruces es definitiva”, y apunta que “la nueva generación viene aportando, y eso es bueno. De todas, Lara González es la más capacitada, y ya se ha hecho un hueco importante en el grupo”. Y da una idea a la Selección, que cuenten con ella “de entrenadora de las porteras, porque sin portería es imposible ganar partidos, y sólo quien ha sido portero sabe y puede reconocer que se siente en cada momento. Es un puesto muy específico”.