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SUPER BOWL 50

Von Miller, de los Denver Broncos, MVP de la Super Bowl

La portentosa actuación del defensive end fue esencial para dominar a unos Carolina Panthers incapaces de detener la presión rival.

Von Miller, MVP de la Super Bowl 50, a punto de derramar el tradicional Gatorade por encima de su entrenador.
Von Miller, MVP de la Super Bowl 50, a punto de derramar el tradicional Gatorade por encima de su entrenador.Matt SlocumAP

En un partido en el que la defensa de los Denver Broncos ha dejado en diez miserables puntos al ataque de los Carolina Panthers lo lógico y normal es que el jugador más valioso (MVP) fuera un hombre de esa unidad. Y nadie con una actuación tan impactante como Von Miller, defensive end de los Broncos y pesadilla absoluta de Cam Newton durante toda la Super Bowl 50.

Von Miller dominó a su antojo a la línea ofensiva de los Panthers. En sus estadísticas se cuentan cinco placajes, uno de ellos asistido, 2,5 sacks y dos fumbles forzados. Estos últimos fueron los más decisivos del encuentro. El primero fue una jugada magistral en la que declinó hacer un sack para tirarse, como un poseso, a por el balón; el resultado fue un touch down con el que el dominio de la defensa de Denver se hacía puntos. El segundo sirvió para acabar con la agonía de los Panthers; Carolina estaba a tiro de una anotación, como han acostumbrado a dejar los Broncos con sus rivales todo el año, pero Miller volvió a robar el balón en otro intento de sack y quitó los cables y las máquinas de la respiración asistida de los Panthers.

No obstante, todos estos premios individuales siempre son injustos. La realidad, al menos en mi modo de verlo, es que la unidad que dirige Wade Phillips, el coordinador defensivo de los Broncos, hizo un partidazo soberbio en todos los órdenes. Los pass rushers no llegan a presionar al QB rival si la secundaria no está encima de los receptores para no dejar pases obvios, como estuvieron durante toda la tarde los de Denver, ni estos tienen mucho que lucir si los linebackers permiten el juego de carrera o los pases intermedios; nada de eso sucedió. Y, de la misma forma, Von Miller no podría lucir como lo hizo, ser el coloso que fue, sino fuera porque la línea ofensiva tenía que tener un par de hombres en el otro lado para detener a DeMarcus Ware o que el medio de la misma, con los intratables Malik Jackson y Derek Wolfe, fuera tan contundente que no había posibilidad de dejar hombres para hacer dobles bloqueos a Miller.

¿Qué quiero decir? Pues que a esto se gana en equipo, se gana con todos. Von Miller hizo un enorme partido, pero como todos sus compañeros en defensa, que fueron los auténticos dominadores del partido. Y no sólo de este, sino de todos los de playoff. Baste decir que en tres encuentros ante los tremendos ataques de Pittsburgh Steelers, New England Patriots y Carolina Panthers (que alguien recuerde que pensaba de estos ataques antes de enfrentarse a los Broncos) sólo han concedido un touch down de pase... en total.

Von Miller, número dos del draft de 2011, es agente libre en esta offseason y aspirará a ser el defensor mejor pagado de la historia de la NFL, buscando un contrato por encima de los 110 millones de dólares. En Denver saben que, tarde o temprano, sea este año o el que viene tras retenerle con la artimaña de nombrarle jugador franquicia, van a tener que soltarle la panoja. Que ahora es MVP de la Super Bowl, algo que no lograba un defensive end desde hace 31 años.