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CAROLINA PANTHERS

Carolina Panthers apoyados por Michael Jordan y Steph Curry

El mito y la actual mayor estrella de la NBA son seguidores del conjunto de Cam Newton y no han dudado en enseñarlo en los últimos días.

Los Carolina Panthers van a jugar la Super Bowl 50 pero son un equipo menor en la NFL. Es verdad que esta es la liga con las más estrictas normas de igualdad que hay en el mundo, al menos de entre las grandes competiciones planetarias, y que las 32 franquicias cuentan con las mismas armas para aspirar a ganar el anillo. Sólo así se explica que el equipo con más títulos, los Green Bay Packers, tengan un estadio donde cabe más gente de la que vive en la ciudad. Pero eso no significa que no haya clases.

Y resulta que los Panthers son de clase baja en cuanto a seguimiento popular. Están en un estado, Carolina del Norte, que ni es de los más poblados ni de los más importantes, no tienen un seguimiento de la prensa nacional estadounidense como sus rivales de las dos costas y se han creado hace demasiado poco, en 1993, como para tener el pedigrí de los más grandes.

Esto explica que su temporada, a todas luces excepcional, sea tratada con justicia, sí, pero sin algarabía. ¿Os imagináis, no se, a los Patriots, Steelers, 49ers o a cualquier miembro de la NFC Este al completo en un año similar? Con una temporada regular que no fue perfecta por una tarde tonta contra los Falcons y arrasando todo lo que han pillado en playoff podéis estar seguros de que los epítetos, hipérboles y comparaciones serían de un cariz muy distinto al actual de los Panthers.

Tampoco pasa nada. Al final lo único que cuenta es ganar. Y también es cierto que si la actualidad no les pone donde debe, sin duda la historia lo hará y, en caso de que ganen la Super Bowl 50 este equipo será recordado como uno de los mejores de siempre, y en décadas venideras tendrá el altar que merece.

Pero por esta invisibilidad, siempre relativa, que en la NFL todo tiene su cuota de protagonismo, llama más la atención que dos de sus grandes seguidores se expresen, siempre que pueden, en favor de sus muchachos. Michael Jordan y Steph Curry son un par de leyendas, de mitos, de la NBA, y son fanáticos de sus Panthers.

Perdón, Michael Jordan no es una leyenda, un mito, no: es la leyenda, el mito. En singular. Nació en Brooklyn, pero jugó para la universidad de North Carolina y cuando se retiró compró los Charlotte Hornets, por lo que su lazo emocional con el estado, con el lugar, es obvio. Además, ha desarrollado una amistad con Cam Newton, que acudió a él en busca de consejo en los malos momentos y se tragó la archirrepetida historia de como Jordan no se hizo grande hasta que acabó con los tremendos, fabulosos, Bad Boys de los Detroit Pistons, con quienes maduró derrota tras derrota.

Perdón, Steph Curry no es una leyenda, un mito... pero está en camino de serlo. El actual MVP de la NBA nació en Akron, Ohio, pero su padre jugó muchos años para los Charlotte Hornets y se crió en el estado. Por lo tanto, también está unido sentimentalmente a Carolina del Norte.

A los Panthers les van a salir seguidores hasta de debajo de las piedras. Es lo que sucede cuando formas un equipo campeón, un equipo tan impresionante como el que tienen ahora mismo. Muchos chavales que aún no tienen equipo y que comiencen a seguir la NFL ahora se harán de los Panthers. Es bueno que sepan que dos figuras imprescindibles del deporte nortemaericano ya están ahí, siendo fans antes de la explosión mediática.