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ESPAÑA 31 - HUNGRÍA 29

Alex Dujsebaev sentencia a la Hungría de su padre, Talant

El triunfo mantiene las esperanzas para los de Manolo Cadenas. Laszlo Nagy, con nueve goles sin fallo, mantuvo en vilo las esperanzas españolas

El Alex Dujsebaev hizo su mejor partido en lo que va de Europeo y marcó el tanto de tranquilidad.
MACIEJ KULCZYNSKIEFE

Los deberes hechos. Victoria de España ante Hungría (31-29), en el mejor partido de Alex Dujsebaev en este Europeo, y que, además, logró el gol de tranquilidad (30-28) a minuto y medio del final. Luego, lo redondeó Valero Rivera desde los siete metros, el cuarto que forzó Julen Aginagalde. La victoria no cambia el panorama ante el encuentro de mañana, pero se siguen cumpliendo los plazos: ahora, a ganar a Rusia, que llegará al choque (20:30, Teledeporte) con tres días de descanso, por algo más de 24 horas la Selección, aunque el partido es posible que carezca de valor, salvo el empate de de Alemania-Dinamarca.

No fue un partido fácil, posiblemente porque Hungría ha hecho el mejor partido de lo que va de Europeo. Nunca se sabrá si es porque España le dio mas facilidades, aunque en el cuadro magiar hay tanta calidad, con tanto poderío físico, que lo normal es que juegue a este nivel. Lazlo Nagy hizo estragos desde los nueve metros (nueve tantos sin fallo); de su juego los húngaros crearon muchos problemas a la defensa española, que arrancó en 5-1, para pasar a 6-0 que nos fue mejor.

En esta primera mitad España sólo tuvo una ventaja, el 1-0; luego siempre a remolque. Eso sí, por una vez en inferioridad no fueron arrastrados al abismo, y sí se aprovecharon las superioridades. De hecho, se empató al descanso (15-15) con superioridad, y se aprovechó para tomar ventaja (19-17) y ya no dejar de mandar en el marcador, salvo el 23-23 del minuto 15.

Además de que Alex Dujsebaev firmase su mejor partido con la Selección, otra buena noticia: Cañellas sigue en ascenso. No está cumpliendo un buen torneo, pero está creciendo en su juego, y ante Hungria tuvo acciones de mucho mérito, aunque le moto de España volvió a ser Raúl Entrerríos, excelente en casi todo. Lo peor, que Sterbik no tocó ni un balón en la segunda parte, y él mismo se fue al banquillo tras recibir siete goles de ocho lanzamientos. Los genios son así.