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AFC Sur desde dentro

Brian Hoyer hace historia con su actuación frente a Chiefs

El quarterback de los Houston Texans quedará para siempre en los anales de la NFL. Su actuación el sábado fue, quizá, la peor de la historia de los playoffs.

Brian Hoyer realizó la peor actuación de un quarterback en la historia de los playoffs, en cuanto a QB rating.
LARRY W. SMITHEFE

Cualquier aficionado a las películas de terror lo sabe. La sensación es la misma que cuando ves a un tren avanzar, sin reducir lo más mínimo su velocidad, hacia el puente sin terminar. Sabes que el desastre está al caer, pones tus manos sobre la cara, pero siempre dejando un resquicio entre los dedos. No vaya a ser que te lo pierdas. Esa fue la sensación colectiva de los aficionados de la NFL al ver a Brian Hoyer el pasado sábado contra los Kansas City Chiefs. Se olía la catástrofe, el horror estaba la vuelta de la esquina. Pero era imposible apartar la mirada.

Al fin y al cabo, no en todos los partidos de la ronda de wildcards se hace historia. Y lo del sábado fue Historia. Con mayúsculas. De esa que nunca entrará en el Hall of Fame. Pero desde el pasado 9 de enero en adelante, será imposible ignorar la actuación de Hoyer cuando se repasen las peores tardes de un quarterback de la NFL en los playoffs.

Las cifras hablan por sí solas: completó 15 de 34 pases, apenas un 44% de acierto, que le sirvieron para sumar unas magras 136 yardas. A eso sumó cuatro intercepciones y un fumble. Su passer rating se quedó en 15,4 puntos, una cifra ciertamente difícil de empeorar. Pero para comprender completamente cómo de mala fue la actuación de Hoyer es imprescindible ponerla en perspectiva.

Por algún sitio hay que empezar: el passer rating. Una medida polémica y sobre la que nadie se pone de acuerdo, pero que al menos sirve como una medida global por la que empezar a comparar. El peor rating de un quarterback moderno en un partido de playoffs es seguramente el de Joe Flaco en enero de 2010, contra los New England Patriots. Apenas 10 puntos, una ridiculez. Con una “pega” en lo que a mediocridad se refiere: los Ravens ganaron aquel partido, además con una suficiencia aplastante, 33-14, después de dejar 24-0 el marcador en el primer cuarto. A partir de ahí, se limitaron a correr. Flacco apenas pasó 10 veces de las que completó 4, pero es que no se le pidió más.

Los 13,7 puntos de Daunte Culpepper en enero de 2001 son más comparables. El quarterback de los Vikings lanzó 28 veces pero sólo completó 13 pases para sumar unas tristes 78 yardas. Fue interceptado tres veces y además cometió un fumble, pero en su caso lo recuperó. Los Vikings, ellos sí, fueron humillados: 41-0 a manos de los Giants.

Las 136 yardas de pase, por otro lado, no suenan tan mal comparadas con algunas otras actuaciones “históricas”: Mark Brunnell sólo consiguió 41 en 2006 frente a los Tampa Bay Buccaneers. Pero como Flacco ante New England, eso fue suficiente para ganar el partido. Matt Cassel se quedó en 70 hace ahora cinco años con los Chiefs contra los Ravens. Pero limitó sus intercepciones a tres y se ahorró los fumbles. Y además no llegó a pasar ni 20 veces, frente a las 34 de Hoyer el sábado.

¿Y las cuatro intercepciones? Tampoco por sí mismas son un récord. Los grandes lo hacen todo a lo grande, y Brett Favre dejó el tope en seis intercepciones en los divisionales disputados en enero de 2002. Favre, eso sí, acertó en casi un 60% de sus pases y lanzó dos touchdowns. Vamos, que no se limitó a restar.

En resumen: que ninguna de las estadísticas de Hoyer el sábado, por sí solas, están entre las peores de la historia. El problema es el conjunto. Hoyer es el primer quarterback en intentar al menos 30 pases, completar menos del 50%, quedar por debajo de las 150 yardas y además ser interceptado cuatro veces en los últimos quince años. Porque hubo otra actuación similar, sólo que en un escenario mucho mayor: la Super Bowl. Kerry Collins, el pasador de los Giants que destrozaron a los Vikings en 2001, se quedó en 15 de 39 pases, 112 yardas y cuatro intercepciones. Y antes que Collins no hubo ninguno.

Decía Arturo Pérez-Reverte que hay gente a la que en un concurso de idiotas descalificarían automáticamente por idiotas (bueno, él lo dice un poco menos fino). Hoyer no es idiota, pero si vas a opositar a la peor actuación de la historia, al menos hazlo a lo grande, en el evento deportivo más mediático del mundo. Como Collins… o como Craig Morton: en la Super Bowl XII, hoy hace exactamente 38 años, se puso al frente de los Denver Broncos para enfrentarse a su ex equipo, los Dallas Cowboys. Y se llevó un repaso: completó cuatro pases en quince intentos, y se llevó el mismo número de intercepciones, cuatro. Todo para sumar 39 yardas y poder lucir orgulloso el único passer rating de cero en la historia de la Super Bowl.