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SALTOS | GRAND PRIX

Velázquez y Arévalo, entre la élite de los saltos en Madrid

Desde este viernes al domingo se disputa en el Mundial 86 el Grand Prix Internacional, donde estarán estos dos saltadores madrileños.

Alberto Arévalo y Rocío Velázquez.
EMILIO COBOSDIARIO AS

Entre los chinos, ucranianos, rusos, brasileños... que saltarán en los trampolines de las piscinas del Mundial 86 en el Grand Prix Internacional (de hoy hasta el domingo), habrá dos madrileños: Rocío Velázquez y Alberto Arévalo. “Es especial competir en casa con el apoyo del público y ante grandes saltadores. Será clave para ver cómo estamos de cara al Preolímpico de Río el 19 de febrero. Que la gente venga, habrá espectáculo”, comentan los saltadores.

Los dos compiten en 3 metros, tienen 20 años y sus carreras han sido paralelas en el Canoe con Manolo Gandaria. Estudiaron en el centro Ortega y Gasset y son incluso vecinos en Atocha. Ahora están inmersos en la carrera por los Juegos. Rocío conoce la competición internacional. Fue a los Mundiales de Barcelona y Kazán e ir a Río sería “un sueño”. “Espero ganar confianza en Madrid. Es mi piscina y noto seguridad, que es mi punto fuerte. ¡Cuando cojo confianza no suelo fallar!”, dice Rocío, cuyo salto estrella es el último de su serie: tres vueltas y media adelante. Con él espera llegar a los Juegos. Necesita estar entre las 20 primeras del Preolímpico. “El objetivo me parece asequible si sale todo bien, aunque Río me pilla joven, creo que los míos serían los Juegos de Tokio 2020”.

Rocío Velázquez y Alberto Arévalo.
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Rocío Velázquez y Alberto Arévalo.EMILIO COBOSDIARIO AS

De su compañero Alberto destaca “su gran clase”. Arévalo se juega el pase al Preolímpico en este Grand Prix de Madrid. Debe hacer más de 320 puntos en su serie de seis y eso le aseguraría viajar a Río el 19 de febrero. “Lo que más tengo es velocidad. La satisfacción de hacer bien un salto es lo máximo”, relata Alberto.

Rocío ve a los saltadores “como gimnastas”: “Pero tenemos más coordinación y explosividad. Estamos más ligeros, no tan musculados”. Alberto añade: “En los saltos son muy importantes las sensaciones a la hora de girar, pero también la visión en el aire. Tienes que saber por dónde vas”. ¿Qué piensa sobre Rocío? “Puedo contar mucho (se ríe). Hemos pasado media vida juntos. No, en serio, tiene mucha fuerza y un potencial enorme”.

Los saltos son un deporte minoritario... o no tanto. “¡Desde el programa de tele (Mira quién salta) las clases másters están llenas! Hay listas de espera”, cuentan. Allí se veía a famosos saltar de trampolín. Durante el fin de semana, en el Mundial 86 se verán a los mejores del planeta. “En China es de los primeros deportes”, dice Arévalo, que, igual que Rocío, volará ante su gente.

Rocío Velázquez: segura y socia del Real Madrid

Cuando tenía seis años, Rocío Velázquez (Madrid, 1995) se encontró con su vecino Ricardo Camacho, tres veces olímpico y padre de la sirena Clara Camacho, que le propuso probar en el Canoe en los saltos de trampolín. Desde entonces no ha parado de progresar hasta llegar los Mundiales de Barcelona y Kazán. Ahora mira a Río con sus grandes argumentos: “La seguridad y la confianza”. Le hace “mucha ilusión” competir en este Grand Prix. Acude cada domingo al Bernabéu porque es socia del Madrid. “Me gusta mucho Cristiano”, dice Rocío, que estudia Odontología.

Alberto Arévalo: cae en picado por su velocidad

“Un día, cuando era niño, nos cogieron en la calle de nadar para que probáramos a saltar y caí en picado. Muy tenso y apretado”, cuenta Alberto Arévalo (Madrid, 1995) sobre cómo se inició en los saltos de trampolín. Al principio hacía plataforma, pero una mala caída le provocó un problema en el hombro que le hizo pasar por quirófano. Ahora explota su velocidad sobre tres metros. “Es mi gran virtud y me ayuda a poder hacer saltos más complicados”, explica Alberto, que estudia Fisioterapia y en su tiempo libre aprovecha para jugar al fútbol con los amigos. Sueña en olímpico: “Si no voy a Río, me gustaría ir a Tokio 2020”.