Una Superbowl disfrazada de playoff divisional
Dos conjuntos que están en las quinielas de muchos para llegar a la gran final se miden antes de tiempo en un partido de playoffs muy esperado.
Carolina Panthers y Seattle Seahawks no son rivales divisionales, uno de ellos juega en la NFC Sur, el otro en la NFC Oeste. El caso es que desde 2012 se vienen enfrentando año a año en temporada regular e incluso hace apenas doces meses se vieron las caras en esta misma ronda de playoffs, así que podemos decir sin temor a equivocarnos que se conocen como si compartiesen división.
Los Panthers han completado la campaña con el mejor récord de la liga, 15-1. Por su parte, Seattle ha ganado siete de sus últimos ocho compromisos y es uno de los equipos más calientes de la competición. El ganador bien podría terminar levantando el trofeo Vince Lombardi dentro de unas pocas semanas. Estamos ante uno de esos partidos que son ineludibles y que pueden quedar en nuestra retina. Veamos algunos aspectos que podrían ser decisivos el domingo:
Cuando Carolina tiene el balón…
A este lado del balón tenemos un emparejamiento doble que puede resultar decisivo, el que enfrenta a los dos defensive ends de Seattle, Michael Bennett y Cliff Avril con los dos offensive tackles de Carolina, Michael Oher y Mike Remmers. En el choque de temporada regular ambos fueron batidos para sacks, incluido uno que forzó una intercepción de Cam Newton. Con el paso de las semanas el juego de Oher ha ido mejorando en su adaptación al lado izquierdo de la línea, pero el mal juego de Remmers ha sido un problema constante para Carolina todo el año.
Tanto Bennett como Avril tienen un primer paso espectacular, que les posibilita generar presión en el pass-rush al igual que penetrar en el backfield y destruir jugadas de carrera. Minnesota experimentó esto en sus carnes la semana pasada como podemos ver en la Imagen 1. Antes de que Adrian Peterson recibiera el handoff ya los tuvo en la cara en más de una ocasión. Así es imposible correr y se puede considerar un “pequeño milagro” que A.P. sumase 45 yardas con estos dos hombres delante.
¿De qué forma puede Carolina contrarrestar el juego de Bennett y Avril? A buen seguro que empleará a fondo su “zone read” para intentar congelarles una décima de segundo y al final confundir a la defensa. El juego de option de los Panthers es el más completo de la NFL. Tener a un quarterback de cerca de dos metros y más de 110Kg te permite tomar ciertos lujos como llamar jugadas de “power” con él sin correr demasiado riesgo de que pueda lesionarse. La vuelta de Jonathan Stewart a pleno rendimiento (a no ser que se marque un “Marshawn Lynch”) le abre toda la baraja de posibilidades a la “zone read”. Los wide receivers Corey Brown y Ted Ginn (en especial el primero) también son parte de la misma y pueden ser utilizados en “reverse” que cambien la dirección de la jugada para sacar tajada de la rápida reacción de los defensive ends de Seattle.
Pongamos dos ejemplos del uso que Carolina hace de ella. En este tipo de acciones Newton puede leer a múltiples defensores, desde el defensive end, el cornerback, el inside linebacker o el defensor de la zona flat. Las posibilidades son múltiples y el caos que provoca en las defensas considerable. En la Imagen 2 Newton lee al “edge defender”, que es el jugador que va a quedar sin bloquear. El left guard sale en “pull” para hacerse cargo del middle linebacker, el tight end Greg Olsen se encarga del linebacker del lado fuerte mientras el resto de la línea bloquea hacia la izquierda. Newton es el quarterback que más alarga el ”mesh point”, el momento en el que decide si quedarse con el balón o entregárselo al corredor, esto todavía mete más presión a las defensas. En este caso se queda con el balón, el defensive end no bloqueado es eliminado de la jugada y Newton tiene una gran puerta para correr.
La Imagen 3 muestra una versión más complicada de defender y que permite a los Panthers ganar la batalla de los números al acumular más hombres que el rival en la zona de ataque. En este caso la primera lectura del quarterback es el inside linebacker, que será el hombre no bloqueado en la jugada. El wide receiver hace una “ruta fantasma” hacia el lado contrario del que discurrirá la acción para confundir a la defensa. Newton cede el balón a su corredor que marchará por detrás del center que realiza un “pull” hacia la izquierda. En el momento en que quarterback y wide receiver convergen la defensa no sabe si el balón lo lleva el runningback, si va a ser el receptor quien ejecute el “end around” o bien si Newton realizará un “bootleg”. Hasta cuatro defensores de Seattle quedan congelados al tiempo que Stewart aprovecha el 5 contra 4 generado para correr por una gran avenida.
No solo podrán los Panthers atacar la defensa de Seattle con el juego de carrera, también saben que pueden hacerlo por vía aérea como lograron en el choque previo de temporada regular. La secundaria de Seattle ha sido susceptible de ser batida este año, en especial por los tight ends rivales. Carolina cuenta con uno de los mejores TE receptores de la competición en Greg Olsen. Mientras, Kam Chancellor arrastra problemas físicos y está sufriendo mucho más de lo esperado en cobertura. En la Imagen 4 vemos un ejemplo de esto, emparejado con el tight end en 1x1 es incapaz de ganar la batalla en el “bump & run” y rápidamente pierde dos yardas de distancia que son bien aprovechadas por Teddy Bridgewater para completar el pase y ganar un primer down.
Otra manera de mover el balón por aire será intentando encontrar los huecos en la “Cover 3” de los Seahawks, ya sea mandando múltiples receptores en vertical (como hizo Arizona en su encuentro en Seattle) o combinando rutas que intenten fijar a Earl Thomas para sacar provecho del cornerback Jeremy Lane o del nickelback DeShawn Shead. El potente brazo de Newton es una baza más para aprovechar estas pequeñas grietas en la defensa, aunque tendrá que estar más fino en sus lecturas que en el choque de regular season en el que dejó pasar algunas.
Cuando Seattle tiene el balón…
Vamos al otro del balón, ataque de Seattle contra defensa de Carolina, otro choque de grandes unidades que promete emociones fuertes. En principio, y digo en principio porque podemos quedar retratados como la semana pasada, Marshawn Lynch hará finalmente su regreso al equipo. Sin duda que contar con “Beast Mode” supondrá un empujón más para esa ofensiva, aunque creo que Christine Michael no ha estado haciendo un mal trabajo en estas últimas semanas. Dicho esto, si Lynch está en condiciones será el corredor primario de Seattle sin discusión.
A lo largo de todo el año correr contra Carolina no ha sido nada fácil. Kawann Short, el defensive tackle, ha completado una fantástica temporada, y por detrás Luke Kuechly y Thomas Davis son dos seguros de vida. Atacan los “gaps” sin descanso, rara vez toman un mal ángulo, siempre están alrededor del balón y sus placajes fallados se pueden contar con los dedos de una mano. En las últimas nueve semanas los números han sido incluso mejores: 71, 64, 14, 31, 70, 54, 161, 77 y 77 yardas han producido sus oponentes durante la racha. Creo que la vuelta de Lynch no va a ser tan decisiva por este aspecto y que para mover el balón por tierra los Seahawks tendrán que recurrir también a su “zone read” con Russell Wilson, que no es tan polifacética como la de Carolina pero no por ello deja de ser peligrosa.
Donde sí pienso que Seattle puede hacer más daño a su rival es por vía área. Wilson no viene de su mejor encuentro de la temporada, las condiciones climáticas impidieron que pudiera sacar partido de sus pases largos que son marca de la casa. Eso no pasará en Carolina donde el tiempo poco tendrá que ver con el infierno de Minnesota. Los Panthers cuentan con dos bajas muy importantes en su secundaria, las del cornerback del slot Bene Benwikere y la del veterano Charles Tillman. La ausencia del primero pone más presión si cabe a la hora de cubrir a Doug Baldwin en las rutas cruzadas y en la zona roja como analizamos la semana pasada.
El quarterback de Seattle buscará explotar los huecos en la “Cover 2 Man Under” (defensa zonal con los CB en hombre) de Carolina de forma similar a cómo hicieron los Giants sobre todo en temporada regular, mandando receptores en profundo que limpien las zonas para compañeros que vengan por detrás en rutas cruzadas. Con Robert McClain (fichado el 15 de diciembre) en la alineación titular en lugar del lesionado Tillman supongo que los Panthers usarán una “Cover 2” más tradicional, dándole menos responsabilidades en individual. Ésa es la defensa que vemos en la Imagen 5. Aquí Tampa Bay juega una ruta de “post” muy profunda con el wide receiver más exterior cuya misión principal es la de llevarse defensores consigo. La primera lectura del quarterback (Jameis Winston) es el free safety, si éste se mantiene profundo buscará a su corredor en la zona “flat”, pero si salta a esta ruta aprovechará el hueco por detrás de los linebackers para conectar con el receptor que viene cruzando el campo. Pese a que Kuechly y Davis son dos de los linebackers con más rango de la liga aquí es insuficiente y el pase es completado por encima de ellos con relativa facilidad.
La otra gran carta de los Seahawks para este choque se llama Tyler Lockett. El pequeño receptor ha ido a más con el paso de las semanas y su velocidad supone una gran amenaza para Carolina, en especial si queda emparejado con McClain o Cortland Finnegan (el sustituto de Benwikere). En la Imagen 6 vemos la enorme confianza que Wilson tiene en el novato. Lockett corre una ruta “fly” ante un defensor que está en cobertura “off” para protegerse precisamente de su velocidad. En el momento en que Russell se desprende del balón su compañero marcha dos yardas por detrás de su par, pero eso no le asusta de colgar un pase adelantado exactamente 30 yardas. Mientras el balón está en el aire Lockett mete una marcha extra y con su sorprendente zancada (para su estatura) recupera el terreno perdido para atrapar el envío de Wilson en carrera y anotar un espectacular touchdown. Este tipo de acciones se han prodigado cuando se ha alineado fuera de los números en el lado derecho, así que reservad un ojo cada vez que veáis a Lockett el domingo en esa posición.
En definitiva, se nos avecina un encuentro apasionante a ambos lados del balón y que tiene un enorme potencial para acabar siendo un clásico. Los Panthers tienen muchas armas pero Seattle es el clásico equipo ganador que nunca va a bajar los brazos y dar el partido por perdido. ¿Un ganador? Sin duda que los espectadores.