Los playoffs y el frío dan emoción, y épica, al football
Los playoffs de la NFL tienen una magia incapaz de explicar que no alcanza ningún otro deporte. El frió y los partidos a muerte súbita ayudan a ello.
Los playoffs de la NFL tienen una magia incapaz de explicar que no alcanza ningún otro deporte. Por supuesto, el hecho de que se juegue a vida o muerte, a un solo partido, ayuda muchísimo, al igual que varios factores que pueden rodear uno de estos encuentros y que son totalmente diferentes a los que se suelen ver en la temporada regular. Por supuesto, la climatología -especialmente el frío- es uno de ellos.
El domingo en Minnesota fuimos testigos del tercer partido más frío de la historia de la postemporada de la NFL. La temperatura fue de -21 grados Centígrados y, por supuesto, afectó el planteamiento de ambos equipos, especialmente de unos Vikings que sacaron ventaja a los constantes problemas de comunicación del ataque visitante que, según explicó el propio Russell Wilson, también se debieron al frío. El snap en el primer intento de punt de los Seahawks fue bajo y Jon Ryan acabó siendo arrollado por la defensa local. En otras condiciones climatológicas esta situación no se hubiera dado. Seattle evitó intentar field goals largos, temiendo que los chuts de Steven Hauschka no llegaran a buen puerto al estar la pelota endurecida por el frío. Pero, al final, la temperatura, que ya había subido a -17, también jugó en contra del equipo local. ¿Hubiera acertado Blair Walsh el field goal de 27 yardas en una climatología normal? Lo que está claro es que el holder Jeff Locke probablemente hubiera podido girar el balón y no dejar las cuerdas justo en el sitio donde iba a patear Walsh.
Lo que está claro es que el frío volvió a ser un gran protagonista, como en aquella final de la AFC en 1982 entre Bengals y Chargers, la llamada Freezer Bowl, jugada en Cincinnati, a 22 grados bajo cero, en que la climatología acabó con un poderoso ataque visitante, que fue solo capaz de anotar 7 puntos y los 27 de los Bengals los catapultaron hasta su primera Super Bowl. Curiosamente, en aquella gélida mañana, el entrenador de Cincinnati, Forrest Gregg, escogió chutar el kickoff tanto en la primera como en la segunda mitad para sacar ventaja del frío.
El partido más frío de la NFL, denominado Ice Bowl, se jugó un 31 de diciembre de 1967, por supuesto en Lambeau Field, teniendo como rivales a Packers y Cowboys en la segunda final del campeonato de la NFL (todavía no era NFC en aquel momento) que daba acceso a la Super Bowl. Con el termómetro marcando -29 grados (el partido se inició con -25), el pasador local Bart Starr realizó el quarterback sneak más famoso de la historia del fútbol americano, anotando desde una yarda, sin tiempos muertos y con solo 16 segundos en el reloj, para dar a los Packers una épica victoria por 21-17.
Cinco cosas que pienso:
1. Pienso que el dominio de Nick Saban en el fútbol americano universitario es simplemente aplastante. Con el gran triunfo de ayer sobre Clemson, 45-40, Alabama, bajo la tutela de Saban, ha ganado cuatro de los últimos siete campeonatos de la NCAA.
2. Pienso que los equipos de la NFL que necesiten tight ends tienen que optar rápido en el próximo draft por el jugador de Alabama O.J. Howard (siempre que él se declare elegible porque teóricamente le queda un año en la NCAA), que realizó anoche un partido increíble con cinco recepciones para 208 yardas y dos touchdowns.
3. Pienso que la siguiente estadística es escalofriante y habla claramente del dominio general de las defensas en la primera manga de la postemporada: hasta que Kirk Cousins conectó con Jordan Reed un pase de 24 yardas en el segundo cuarto, no se había anotado un solo touchdown en ataque en la primera mitad de los partidos de la ronda de wild cards.
4. Pienso que las cosas se abrirán en la ronda divisional y que tendremos bastantes más puntos el próximo fin de semana que los 136 (34 por encuentro) de los cuatro partidos iniciales de los playoffs.
5. Pienso que J.J. Watt es un gran modelo a imitar por los niños que se inician en el deporte. ¡Vaya compromiso de este jugador con la sociedad! Por algo es venerado por toda la ciudad de Houston.